Llega a Neuquén la muestra fotográfica más íntima y personal sobre Charly García

El fotógrafo Maximiliano Vernazza retrató durante más de veinte años diversas circunstancias íntimas y sociales del músico. Ahora, su trabajo podrás verse en Neuquén en una muestra que inaugura este sábado en Casa de las Culturas “Artistas Neuquinos”.

Que manden al de rulos”, fue el pedido de Charly García para una nueva nota para la revista Gente. Era 1997 y el músico comenzaba a extremar su concepto estético Say No More. Y para volver a estar en la Gente, ese lugar en el que le encantaba estar, Charly pidió al de rulos que lo había fotografiado la última vez que había estado allí, tan solo dos meses antes. Y el de rulos fue. Y no se fue. Se quedó ahí por muchos los suficientes como para registrar como nadie los años más agitados de una vida de por sí agitada, la vida de Charly García.


El de rulos es Maximiliano Vernazza, actualmente fotógrafo del Congreso de la Nación, pero que en aquellos años de mediados de los ‘90 era un ingresante de veintipico en la Editorial Atlántida. Fue allí que, trabajando para Gente, tuvo la oportunidad de fotografiar no una sino dos veces a Charly García, generar una complicidad inmediata con él músico y convertirse en el hombre que estuvo, vio y fotografió lo que pocos pudieron ver y casi nadie pudo fotografiar.
Parte de esa producción forma parte de “Charly”, una muestra de unas 45 fotos que podrá verse desde este sábado, de 17 a 23, en la Casa de las Culturas “Artistas Neuquinos” (Yrigoyen 656, de la ciudad de Neuquén ) en el marco de la Feria Provincial de las Artes Universo Cultural”. Contará con la presencia del propio Vernazza quien brindará una charla. Está previsto que la muestra circule durante un mes y medio por las salas y centros culturales que integran el Corredor Cultural Provincial.

En el balcón de su mítico departamento de Coronel Díaz y Santa Fe. (Foto: Santiago Vernazza)


La muestra, que tuvo su primera versión en 2014 bajo el nombre “El Charly que yo conozco”, está conformada por fotos que muestran el lado más íntimo del músico en muy variadas circunstancias. “Hice una selección sobre lo que más me interesó mostrar. Que la gente vea lo que no logran ver, que es su intimidad”, cuenta Vernazza en un diálogo telefónico con Río Negro. “A mi las fotos de recitales mucho no me gustan, como que está todo ahí, salvo los detalles que pueda captar, una mano, un gesto. Me gusta más mostrarlo en camarines, cumpleaños, en salas de ensayo y estudios grabando discos o en su casa, en momentos de su vida que la gente generalmente no ve”.


Esto último es lo que sobresale al ver cada foto de García tomada por Maximiliano Vernazza: la circunstancia íntima en que la foto sucede. Intimidad que se resignifica porque no sólo se trata de la presencia del fotógrafo en el espacio privado del artista, sino de la disolución de esa presencia extraña para ser parte de lo que allí sucede. Como si allí no hubiera un tipo sacando fotos, sino nosotros mismos viéndolo todo con nuestros propios ojos.

Hilda Lizarazu, música, pero también fotógrafa, dijo de l trabajo de Vernazza que en sus fotos de Charly se notaba la confianza, pero sobre todo la complicidad entre ambos. Donde más se evidencia esta percepción de Lizarazu es en la mirada de García. Siempre desafiante, cambia absolutamente ante la cámara de Vernazza hacia la relajación, la distracción. Y por qué no, la calidez. “No es que no se daba cuenta que yo estaba ahí, pero nunca dejó de hacer nada por el hecho de que yo estuviera ahí”, aclara.


La relación entre Charly García y Maximiliano Vernazza surgió, como no podía ser de otro, de una casualidad. O, lo que es lo mismo, de estar en el momento y el lugar indicados. Curiosamente, como con la vida íntima de Charly, Vernazza estuvo donde pocos suelen estar: en una redacción a la hora en casi nadie queda. “Tenía unos 26, 27 años y hacía poquito que estaba en la revista. Era de los más nuevos. Era bastante tarde ese día y el único que estaba en ese momento en la redacción era yo. Veía que los editores y el jefe de fotografía hablaban y me miraban a mi y yo no sabía que pasaba (risas). Y era eso, que no tenían a otro para mandar y bueno, ‘mandalo a este’ (risas). Así fue como lo fotografié por primera vez”, recuerda Vernazza sobre su primer ingreso a ese universo paralelo que era el departamento de Coronel Díaz y Santa Fe.

La primera foto que Vernazza le tomó a Charly mientras probaba la luz para comenzar con la sesión para Gente. Mientras, el músico puso un VHS de Prince.


“Yo no escuchaba Charly, no me gustaba para nada. Yo escuchaba Violadores, Sex Pistols, otra cosa. Toqué el timbre y me atendió una mujer que trabajaba con él y usaba un uniforme negro con tiritas blancas típico del personal doméstico, esa imagen desencajaba totalmente con el lugar, totalmente intervenido como era ese departamento. Era muy raro ese contraste. Todas las paredes pintadas. Recuerdo que me senté en el silloncito azul que sale en una famosa foto de Nora Lezano de Cerati y Charly. Me senté en ese sillón para esperar porque Charly estaba en la habitación con el periodista. Mientras, la mujer se puso a aspirar el piso, lleno de cajas de cuando Charly había comprado toda la vidriera de Garbarino. Una alfombra toda manchada, quemada y esa mujer uniformada como si trabajara en un palacete de barrio acomodado”.


Cuando termina la nota Charly sale y le pregunta qué necesitas. “Soy el fotógrafo, le dice. “¿Necesitás armar algo? Sí, le responde. “Bueno, armá”. Y sentó, fumando, delante de una tevé enrome: “Yo ahí estoy probando la luz. Charly puso un VHS de Prince. Trabajábamos con diapositivas en esa época, o sea que si ponías mal la luz la foto no salía directamente”, cuenta. “Armé una luz y él se para automáticamente y me dice ‘sacame acá’, después sale corriendo y me dice ‘ahora sacame acá’. Empezó a moverse por todo el departamento durante quince minutos hasta que me dice ‘me aburrí’. Entonces me fui, pero a partir del momento en que entré a ese departamento se me voló la cabeza. Recuerdo preguntarme a mi mismo dónde estaba entrando porque era la sensación de estar entrando a otra dimensión”. Dos meses después de aquella sesión fotográfica, la revista Gente vuelve a entrevistarlo y Charly pide que para las fotos vuelvan a mandar al de rulos.


Sobre cómo se generó ese vínculo íntimo entre ambos, no lo sabe: “Yo no era ni soy fotógrafo de rock, a lo sumo de espectáculos. La verdad que no sé. Quizás desde un primer momento, no lo sé. Tal vez por mi forma de trabajar, le gustaba. Nunca saqué nada que no tuviera que sacar y no fue necesario que me dijera que cosas no”, supone.
El resultado de ese trabajo es una fotografía que no se consigue y es lo que el propio Vernazza valora de esta experiencia: “Lo que ves a través de mis foto es él, la persona, no el personaje. Porque así es él en el momento de hacer click. El tipo no se producía para la foto. He estado con él y él duchándose mientras yo le hablaba desde el balcón”.


A ver las fotos inmediatamente surge un pensamiento: Vernazza está donde muchos querrían estar y del cual muchos esperan imágenes. “Con los años me di cuenta de eso, de tener un registro de algo que va a quedar”, confiesa. “Él me abrió un espacio y habilitó a que yo lo registre y lo muestre”.

Charly García, junto a Maximiliano Vernazza, durante la última sesión, en 2018.


Ahora bien, sobre qué mostrar y qué no, el limite siempre lo puse yo”, remarca Vernazza. “Hubo cosas que no me interesaban mostrar y que ni siquiera eran necesarias mostrar. Y Charly jamás me dijo ‘no saques’. Charly sabía lo que yo buscaba ahí y lo que no”.
Por último, reconoce: “El tipo está ahí y de pronto genera algo y ese algo te genera una foto. Es increíble. Solo me volvió a pasar con Maradona. Estas cinco minutos y te vas diciendo ¡qué foto me dio!”.

Quién es Maximiliano Vernazza

Es reportero gráfico reconocido por distintos trabajos, premios y muestras. Sus principales muestras individuales: «El Charly que yo conozco» en el Centro Cultural Recoleta (2011), la Casa Municipal de la Cultura de Adrogué (2011), el Teatro Argentino de La Plata (2011), Teatro Auditorium de Mar del Plata(2012); Hotel Panamericano de Bariloche (2012); La Nave Cultural de Mendoza (2012); 5ta. Bienal de Fotografía documental de Tucumán (2012); Casa de la Cultura de Vicente López (2012); Museo de la Ciudad de Pergamino (2013); Plataforma Lavardén de la ciudad de Rosario (2013).

«Charly» en la Fotogalería del Teatro San Martín (2014), Centro Cultural San José de la ciudad de Olavarría (2014), La Casa de Cultura de Escobar (2016), el Centro Cultural Kirchner (2016), Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires (2017), Congreso de la Nación (2017).

«Once» en el Espacio de Arte AMIA (2018).

Fotos: Maximiliano Vernazza.

En el año 1999 recibió el Premio PLEYADE a la mejor foto periodística del año (Asociación de Editores de Revistas), por su retrato de Diego Armando Maradona en su intimidad.

Fotografía tomada durante la asunción de Alberto Fernández, en diciembre de 2019. (Foto: Maximiliano Vernazza).

Participó en todas las muestras anuales de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) entre los años 1997 y 2016.

Actualmente, es fotógrafo del Congreso de la Nación.


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