Estación Limay: la historia de una chacra convertida en colegio

Sus comienzos se remontan a la década del 60

La propiedad que el colegio Mutual Estación Limay hoy está alquilando tiene una rica historia.

Hasta fines del 60 toda esa zona estaba en manos del Julio Krause y Olimpia Parola de Krause, un matrimonio que había adquirido la chacra lindante a la Ruta 22 mucho tiempo atrás.

Años después, Olimpia comienza a incursionar con un proyecto educativo montando un jardín de infantes en esas mismas tierras. Los resultados de esta experiencia fueron muy buenos y los mismos padres que apoyaron la creación del Jardín le solicitaron que continúe con el primario. Todo funcionó excelentemente por lo que Olimpia de Krause impulsa la incorporación del secundario hacia mediados del 80.

La institución se llamó Julio Krause. Estuvo presente en la sociedad cipoleña hasta fines del 2006 cerrando el ciclo lectivo de ese año con serios problemas económicos.

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Fue así como el colegio Estación Limay, que nace diez años antes de este cierre, ve la oportunidad de trasladarse a las instalaciones del Instituto Krause. Hasta ese entonces Estación Limay alquilaba diferentes edificios en la ciudad de Cipolletti donde se repartía el nivel inicial, primario y secundario.

Para las autoridades de la Mutual, está podía ser la oportunidad de contar con una estructura que contenga a todos sus alumnos en un mismo espacio físico. Para la familia Krause, una salida para alquilar semejante estructura que era difícil de colocar en el mercado.

Ambas partes convivieron durante años sin grandes problemas con este tipo de contrato. Pero apareció una variable que pocos contemplaban: los valores de la tierra en ese sector de la ciudad comenzaron a subir en forma exponencial a partir de estos últimos años.

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La chacra de los Krause fue loteada como muchas de las tierras productivas de Cipolletti. Solamente quedó la enorme superficie que hoy contiene la estructura del colegio en cuestión.

La familia hace ya un tiempo dio a conocer su negativa de continuar con el alquiler de esas tierras e infraestructural a la Mutual de Estación Limay. Hoy los padres que envían sus chicos al colegio temen que la institución cierre y no pueda relocalizarse en otros colegios de la zona.

El Estado ya tomó parte en esta puja de intereses. Una intervención que sólo la historia definirá si tendrá algo de positivo en todo este conflicto que recién comienza.


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