Estados Unidos «94

Globalización. Una nueva palabra en el vocabulario de todos los idiomas sintetiza el momento de cambios que empezaba a vivir el mundo. Y en medio de tantos, Alfio Basile ordena otro: La reincorporación de Maradona a la Selección para que ayude a clasificar para USA «94 en el repechaje contra Australia. Y el genio, mal físicamente, lo consigue.

Llega a Boston hecho un violín. Y comanda una de las selecciones que mejor haya jugado, excepto aquella del «86. El 21 de junio debuta contra Grecia a la que se golea 4 a 0. Como siempre, todos los ojos puestos en él. Y no defrauda, juega y hace jugar. Y hasta llega al gol con una de sus especialidades, el tiro libre. Corre desaforado hasta el córner y se lo grita a la cámara allí instalada. El mundo entero vio aquella imagen con sabor a revancha, otra vez, por lo ocurrido en el «90 y, sobre todo, durante los días que siguieron a aquel Mundial. El 25 de junio la descose contra Nigeria 2 a 1, pero apenas terminado el partido «le cortan las piernas»: El antidoping, otro más, vuelve a darle positivo. Esta vez por consumo de efedrina. La Argentina sigue: pierde 2 a 0 con Bulgaria y 3 a 2 con Rumania. Pero poco importaba ya. Ya no estaba Diego. Ni estaría nunca más en un Mundial.