Lengua de suegra: cómo tener esta planta resistente que limpia el aire y crece con nada

Es una de las plantas de interior más populares por su dureza, estética y beneficios para la salud. No necesita riego frecuente, se adapta a cualquier rincón y ayuda a purificar el aire.

La Sansevieria trifasciata, más conocida como lengua de suegra, es una planta de interior que se destaca por su resistencia extrema y su capacidad para vivir donde otras plantas fracasan. Es originaria de África y se ha vuelto un clásico en hogares y oficinas.

Además de su look moderno y estructurado, estudios de la NASA la incluyeron en la lista de plantas que filtran toxinas del aire, como el formaldehído o el benceno.


Cuidados mínimos (de verdad)


  • Luz: se adapta tanto a lugares con mucha luz como a rincones con sombra. Evitá el sol directo fuerte.
  • Riego: una vez cada 15 o 20 días. En invierno, incluso menos. El exceso de agua es su peor enemigo.
  • Temperatura: tolera ambientes secos y fríos, aunque no heladas prolongadas.
  • Maceta: con buen drenaje, preferentemente de barro o cerámica.

¿Cada cuánto hay que trasplantarla?


Fotos gentileza.-

La lengua de suegra crece lento, pero cuando sus raíces empiezan a sobresalir o deformar la maceta, es momento de cambiarla. Lo ideal es hacerlo cada 2 o 3 años, en primavera.


¿Hay que podarla?


No es necesario podarla, pero si alguna hoja se seca o se daña, podés cortarla desde la base. También podés dividirla y reproducirla fácilmente, plantando un trozo de hoja o separando los rizomas.


¿Qué beneficios tiene en casa?


  • Purifica el aire: ayuda a eliminar partículas contaminantes.
  • Produce oxígeno por la noche: a diferencia de muchas otras plantas.
  • No es tóxica para el aire, pero sí para las mascotas si la ingieren.
  • Aporta estructura y elegancia visual.

Si sos de los que se olvidan de regar o recién empezás con el mundo de las plantas, la lengua de suegra es tu aliada perfecta. Vive casi sin cuidados y hace mucho por vos y por tu casa.