Estudiantes de la región ganaron un concurso de Derecho Internacional de la UBA

El Primer Concurso Nacional de Derecho Internacional Humanitario de la UBA, que reunió a 16 equipos de diferentes países, fue protagonizado por alumnos de abogacía de la región. Con esfuerzo, durante meses, estudiaron y practicaron diariamente la resolución de casos prácticos.

Casandra Sans tiene 23 años, Juan Maximiliano Segundo 26 y Jeremías Villalba 23. Ella es de General Roca, ellos de provincia de Buenos Aires, y todos estudian Derecho en la ​Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). A fines del año pasado, el esfuerzo, el estudio y las ganas de construirse profesionalmente los llevaron a ganar el Primer Concurso Nacional de Derecho Internacional Humanitario (DIH) que reunió a 16 equipos del país y de la región (Uruguay, Brasil y Perú).

“Prepararnos para el concurso significó tener que dedicar mucho tiempo al estudio del tema, reunirnos, trabajar la oralidad y practicar las simulaciones, los distintos roles. Fue sin dudas una experiencia que nos dejó muchísimo conocimiento y aprendizaje, mucha confianza y cariño entre nosotros como equipo, pero también significó trabajo, esfuerzo, nervios y cansancio”, contó Casandra.

El certamen fue organizado por el Observatorio de la UBA y la Cruz Roja (CICR) para Argentina, Brasil, Paraguay, Chile y Uruguay.

Los integrantes del equipo fueron seleccionados por la docente ​y Magister en Derecho Annabella Sandri Fuentes, oriunda de Cipolletti, quien los entrenó académicamente y acompañó durante el proceso. Para su selección tuvo en consideración sus antecedentes como alumnos destacados de la materia Derecho Internacional Público.

Durante meses estudiaron profundamente sobre ​Derecho Internacional Humanitario, y a su vez ciertas cuestiones de Derecho Humanos y Penal Internacional. Practicaron diariamente la resolución de casos prácticos, adoptando una posición según un rol y ensayando la exposición escrita y oral de sus alegatos.

Ganar el concurso fue todo una sorpresa.

Una vez en la competencia, las simulaciones fueron muy variadas y permitieron que los estudiantes se posicionaran en diferentes juegos de rol, de modo que pudieran demostrar su conocimiento desde variadas perspectivas.

El Concurso consistió en el desarrollo de simulaciones basadas en un caso hipotético. Así, se desempeñaron como asesores de miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja; de la Presidencia y del Ministerio de Defensa, debiendo aconsejar sobre la viabilidad de adquirir armas de destrucción masiva, las condiciones de las personas privadas de libertad, entre otros tópicos.

Fue sin dudas una experiencia que nos dejó muchísimo conocimiento y aprendizaje, mucha confianza y cariño entre nosotros como equipo».

Casandra, estudiante roquense de la UBA.

Durante la final, a la que también accedieron la Universidad de San Andrés y la Universidad Nacional de Mar del Plata, debieron defender en la Corte Penal Internacional a la presidenta de un país ficticio, acusada de cometer crímenes de guerra.

“Nuestra mejor exposición fue una en la que teníamos que asesorar sobre la compra de armas de destrucción masiva. La consigna obligatoria era elegir una y como consideramos que todas violaban las normas de Derecho Internacional Humanitario decidimos no recomendar la compra de ninguna, eso molestó bastante al jurado, pero insistimos en esa postura y pudimos fundamentar al 100% que eran todas armas violatorias de esa rama del derecho”, relató Casandra.


La clave del éxito: buenos compañeros


Casandra recuerda los días previos al concurso y dice que fueron momentos de mucho esfuerzo. No pensaban que podían conseguir un primer puesto, pero lo lograron juntos.

“Lo que hicimos bien para ganar fue conocernos como compañeros de equipo, saber cuales eran las fortalezas y los puntos débiles de cada uno como para lograr equilibrarnos. Algo que siempre nos dijo la profesora Annabella, que éramos muy distintos y eso nos complementabamos de manera tal que nunca competimos entre nosotros, cada uno era muy bueno en algunas cosas y necesitaba del resto para cuestiones que no eran su área”, dijo la estudiante de la UBA.

En la semifinal les fue asignado el rol de miembros de una Organización no gubernamental, que junto a otras ONG’s tenían por objeto presentar a la ministra de defensa sus consideraciones para la firma de un “Acuerdo de Paz” entre el gobierno constitucional de un país ficticio y grupos armados que estaban enfrentados a las Fuerzas Armadas.

“Nos apoyamos entre nosotros. Creemos que nos fue muy bien por haber practicado mucho la oralidad, las formas de dirigirnos hacia los demás, como apoyar las manos. De todas maneras nunca pensamos que íbamos a ganar hasta que sucedió”, concluyó la estudiante.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios