Eucalipto blanco: el poder de la pasión

En la cancha había un viejo árbol, un Eucalipto en el barrio Limay. Las primeras casacas fueron blancas y se transformaron en el símbolo de una pasión. Así se explica el origen de Eucalipto Blanco, fundado por Esteban y Carlos Robles. Hace cuatro años que juegan Lifune. La idea era competir y que los jugadores del club no perdieran motivación. Fue un desafío pegar ese salto por los costos: “Hay que pagar ambulancia, policía y demás cuestiones”, explican desde la comisión.

Hoy, jóvenes y adolescentes practican fútbol en los distintos niveles. En total son 14 equipos donde se intenta contener a los más chicos del barrio. Cuenta con 4 técnicos recibidos. Funciona a pulmón con el trabajo del grupo de padres.

El club tiene una tarifa adecuada por CALF que les hace pagar lo menos posible de luz. “Eso nos ayuda a zafar un poco”, dice el presidente Esteban Robles.

“Nos gustaría tener varias disciplinas. Estamos haciendo las gestiones para mejorar la infraestructura. Lo más urgente es la cancha”, agrega. Sin duda, mejorar el campo de juego como han podido hacer otros clubes mediante el aporte del Estado sería una solución. “El gobierno provincial ha tenido más apertura hacia nosotros” desde que asumió la nueva conducción encabezada por Gutiérrez. “Somos el club más antiguo del sur de la ciudad y queremos hacer notar esa trayectoria”, afirma Robles.

Además, intentan trabajar la identidad. El 4 de septiembre fue el aniversario del club. Para esa fecha se hace todos los años una jornada cultural donde hay murales, poesía y demás expresiones. Estas actividades apuntan a fortalecer el vínculo de los integrantes del club con el barrio y las instalaciones. Según cuentan, todo colabora con el cuidado del club. La comunidad que lo rodea y lo integra es la que posibilita que siga funcionando.

“Es nuestro mejor año. Buscaremos seguir mejorando en los resultados para que cada vez más gente ser acerque a la cancha y podamos seguir creciendo. Todo lo hacemos por pasión”, concluye Robles.

En números

300

jugadores tiene Eucalipto entre las inferiores y la primera de Lifune.

4

DT trabajan ad honorem y ayudan a sostener el proyecto.

Datos

“Vendemos pollos, empanadas, bonos contribución. Con un presupuesto mínimo, podríamos proyectar un mayor crecimiento’’.
Esteban Robles, presidente del club ubicado en Fava y Leguizamón.

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