Falleció el cantautor cubano Polo Montañez

La Habana, (dpa/AFP).- El popular cantautor cubano Polo Montañez falleció en la noche del martes a consecuencia de las graves heridas recibidas el miércoles de la semana pasada en un accidente de tránsito, en el que también murió su hijastro, informó esta madrugada la emisora Radio Reloj de La Habana.

En el último boletín médico emitido en la tarde del martes se había informado que el artista, de 47 años, continuaba «muy grave», debido a que habían «surgido elementos de origen cardiovascular que comprometen la evolución neurológica, la cual permanece sin mejoría».

«Fue una semana agónica, en la que su pueblo siguió minuto a minuto los avatares de su gravedad. Día y noche, de un extremo a otro del archipiélago, los cubanos manifestaron su solidaridad y los más encendidos votos por la recuperación del artista», dijo la edición digital del diario oficial «Granma».

Montañez había sido intervenido quirúrgicamente por las múltiples fracturas que sufrió en el cráneo al chocar el auto que conducía con un camión de carga que transitaba por la carretera sin luces. El artista regresaba con varios parientes y amigos a su domicilio en la localidad de San Cristóbal, provincia occidental de Pinar del Río, tras participar en un festejo familiar en La Habana.

Surgido como un meteoro en el paisaje musical cubano, Fernando Borrego Linares, su verdadero nombre, era un simple leñador y labrador que nunca abandonó la Sierra del Rosario ni estudió música.

Desde su niñez, al igual que sus seis hermanos y hermanas, integró la orquesta de su padre, que durante el día se dedicaba a fabricar carbón de leña pero en la noche bajaba a los poblados a tocar el acordeón o el «tres», una especie de guitarra de origen campesino con tres cuerdas dobles.

En 1994, Polo dejó de lado a la sierra y el hacha para dedicarse exclusivamente a la canción y transformarse en el músico titular del complejo turístico «Las Terrazas», ubicado en su región.

Es allí, como sucede en el cine, que lo descubrió un productor extranjero, el francés José da Silva, propietario de la discográfica Lusafrica y quien promueve a la cantante Cesaria Evora, que decidió hacer un disco con él.

«El Guajiro Natural», como se autodenominaba, sorprendió tras su debut internacional en Colombia, donde vendió más de 40.000 copias del disco.

También actuó en Francia, Portugal, Holanda y Bélgica, donde tuvo buena acogida del público europeo.

Cantaba con un septeto, todos de formación autodidacta, con el cual grabó dos discos, «Guajiro Natural» y «Guitarra Mía».

Era creador de unas 100 composiciones, en las que lo mismo usaba la balada romántica como los boleros, la guaracha, la bachata y otros ritmos.