Falleció el periodista Ryszard Kapuscinski

El escritor y periodista polaco, maestro del reportaje literario, murió en Varsovia el martes pasado.

BUENOS AIRES (Télam).- El escritor y periodista polaco Ryszard Kapuscinski, considerado uno de los reporteros más destacados del siglo XX, murió el martes a los 75 años en la ciudad de Varsovia, como consecuencia de una grave enfermedad que sufría desde hacía un tiempo.

Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades y «maestro» del Taller de Periodismo Iberoamericano de Gabriel García Márquez, el autor falleció, a sólo tres días de haberse sometido a una compleja operación, informó el canal de noticias local TVN 24, consignado por diversos medios internacionales.

Nacido en Pinsk (actual Bielorrusia) el 4 de marzo de 1932, Kapuscinski fue un eximio periodista, corresponsal de guerra en Africa, Asia y América Latina entre 1959 y 1981, lugares desde los que reportó diecisiete revoluciones y guerras civiles.

Este periodista que hablaba con fluidez siete idiomas -incluido el español-, revolucionó el concepto del reportaje al crear una nueva forma de literatura de no ficción, lo que le valió que se lo mencionara hace unos años como uno de los posibles candidatos al Premio Nobel de Literatura.

Admirado por el colombiano autor de «Cien años de soledad», Kapuscinski dictaba talleres de reportaje narrativo para su fundación Nuevo Periodismo, de las que participaron algunos cronistas argentinos.

«Había una extraordinaria dosis de humildad en la forma en que nos intentaba trasmitir sus enseñanzas. Era notorio que le interesaba más escucharnos a nosotros que hablarnos sobre su larguísima experiencia como cronista», señaló a Télam el periodista y escritor Cristian Alarcón.

Los talleres de Kapuscinski habían tenido lugar en México, en 2001, para unos quince jóvenes de América Latina. A media mañana, según recuerdan los «alumnos», aparecía García Márquez en el aula y se incorporaba como un alumno más al taller, a escuchar las enseñanzas del «maestro».

«Se enorgullecía de haber sido reportero de agencia. Era periodista del ala comunista durante la Guerra Fría, de manera que era bien dificultosa su posición según el país de Africa en que estuviera trabajando. Por eso estuvo tantas veces detenido, condenado a muerte, bajo una corte marcial, además de las enfermedades que se había contagiado, como fiebre amarilla o tuberculosis», contó Alarcón.

Kapuscinski es el autor de numerosas obras, entre las que se destacan «Ebano», «El Sha», «La guerra del fútbol» o «Los cinco sentidos del periodista», en algunas de las cuales trazó sensibles descripciones de las condiciones de vida en el Tercer Mundo.

«Siempre tuvo un compromiso con la literatura, así que sentía que las 70 líneas que podía usar para contar un conflicto -cuántos muertos había habido en una determinada guerra, quién se enfrentaba con quien- le quedaba por fuera toda la información no solo contextual sino de las historias y de los personajes que iba conociendo», dijo el autor.

Su obra cumbre, «Ebano», despliega una crónica sobre el futuro del continente africano y varios reportajes realizados desde allí, que lograron que John le Carré lo catalogara de «enviado de Dios».

«Me acuerdo que siempre decía que había que tener dos talleres: el trabajo que uno hace para comer y otro paralelo, que sean los libros o los proyectos personales, que fuera sólo tuyo. En su caso fueron los libros», recordó la autora Graciela Moszkowski, quien también participó de los talleres.

Estudió la carrera de historia y arte en la Universidad de Varsovia, de donde egresó en 1955. Ejerció como profesor en distintas universidades del mundo, como Caracas, Filadelfia y Harvard y colaboró en periódicos de renombre, como «Time», «The New York Times» y «Frankfurter Allgemeine Zeitung».

«Nos costaba que contara sus propias experiencias, estaba más interesado en escuchar historias ajenas que escuchar las propias. Pero cuando hablaba era fascinante, igual que sus libros», dijo Moszkowski.

«Una vez tuvimos el placer de que nos contara cómo había escrito 'El emperador'

(sobre la decadencia del reinado en Etiopía de Haile Selassie). Escuchamos cómo fue construyendo ese relato coral, en el que jamás entrevista al emperador», recordó Alarcón.

«Kapuscinski -continuó el periodista de «Página 12″- comienza su relato hablando del hombre que le cuidaba su perro, y va hablando, se va entrevistando en secreto con cada una de las personas que rodean al emperador, planteando prácticamente un modelo de reportaje coral», recordó.

En 1962 apareció su primera obra, «Bus po polsku», y desde entonces publicó diecinueve títulos, muchos de los cuales fueron traducidos a 30 idiomas, con los que llegó a vender más de un millón de ejemplares en el mundo.

Nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Silesia en 1997, Kapuscinski recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2003.

«Tuvimos la suerte de ser marcados por la mística que él preservaba del oficio, su paciente vitalidad», señaló Alarcón.

«Cuando terminó el taller, llegaron los zapatistas al DF, en la histórica marcha desde Chiapas, y él salió con su libreta, como un joven que recién comienza a recorrer la plaza y a conversar con la gente, en un día de 38 grados. Era un hombre mayor, pero con una avidez y una curiosidad como la de un novato, buscando la historia del día».


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