Falleció la actriz Romina Yan a los 36 años

Murió de un paro cardiorrespiratorio. Tenía tres hijos.

Romina Yan, esa chica vital que conducía “Playhouse Disney” y les leía historia a los más chiquitos en Disney Channel, la intérprete de “Chiquititas”, falleció ayer, sorpresivamente, a los 36 años. La hija del productor y ex gerente de programación de Telefé, Gustavo Yankelevich y de la productora Cris Morena, fue trasladada ayer de urgencia al Hospital Central de San Isidro, cerca de las 16.30. Pero ya no tenía signos vitales cuando llegó. Los médicos del centro de salud realizaron las tareas de reanimación durante 50 minutos, hasta que finalmente declararon el deceso alrededor de las 17:20. Fuentes policiales explicaron que la joven se sintió mal después de realizar su rutina diaria en el gimnasio, desde donde fue trasladada de urgencia por un amigo. “Estaba tomando algo, cuando se descompensó y rápidamente la llevaron al hospital”, relataron a “Infobae”. Los fiscales Patricia Ferrari y Diego Callegari quedaron a cargo de la investigación judicial, trámite obligatorio de rutina en este tipo de casos. La muerte de la joven actriz conmocionó al mundo del espectáculo – Marcelo Tinelli suspendió su programa de ayer afectado por la noticia- y generó una rápida repercusión en las redes sociales. Es que, en el caso de Romina Yan, impresiona sobre todo, su juventud. La hija de Yankelevich y Morena acababa de cumplir 36 años el 5 de septiembre pasado. Además, Romina era madre de tres hijos, Franco, Valentín y Azul, y se había casado con Darío Giordano en 1999. La relación de Romina con los medios comenzó muy temprano, como sólo puede ocurrir en una familia en la que prácticamente se respiraba televisión. Durante su infancia y por muchos años, su padre fue apodado el “Sr. Televisión”, por la cantidad de éxitos que generaba, y su madre, es aún una de las mujeres con más olfato para el negocio en el medio. Con ese telón de fondo y esas exigencias a sus espaldas, Romina debutó como bailarina en el programa “Jugate conmigo”, que a principios de la década del 90 conducía su madre. La presión, por supuesto, fue su tema. Ella misma lo confesó: “«Ser hija de» me costó mucho porque sentía que no tenía derecho a hacer determinadas cosas y que debía pagar «el derecho de piso» más que ninguno. Sentía la presión de demostrar quién era más allá de ser la hija de Cris y de Gustavo”, dijo en una ocasión a la revista “Para Ti”. Y la presión se convirtió en anorexia. “El peor momento fue en la época de Jugate conmigo: tenía 15 años, iba a un colegio de doble escolaridad, trabajaba hasta las 3 de la mañana y me levantaba a las 7. Era demasiado y descargué mis angustias en mi cuerpo. Todo ese año la pasé mal y comencé a sufrir de anorexia. No comía nada porque estaba obsesionada con que tenía que ser perfecta. Durante toda mi vida descargué mis miedos, inseguridades y angustias con la comida. Esa fue mi forma de boicotearme”, le dijo a la revista. Su protagónico más importante, el que la consagró, llegó en 1995, cuando su madre produjo una de las telenovelas infantojuveniles más exitosas de todos los tiempos: “Chiquititas”. En 1998, Romina dejó la pantalla chica por dos años. Fueron dos años sabáticos y de perfil bajo. Cuando volvió, en el 2000, su imagen ya era otra: estaba más flaca. Todos hablaron de su cambio para interpretar a Jessica en un episodio del unitario “Tiempo Final”. Y enseguida comenzaron a circular los rumores sobre un desorden alimenticio por su delgadísima figura. En 2001, rodó de la película “Chiquititas: Rincón de luz”. Ese mismo año tuvo un papel importante en la novela protagonizada por Chayanne y Araceli González, “Provócame”. De a poco, Romina supo abrirse su propio camino, alejada de los productos salidos de la factoría familiar. En una entrevista con Clarín hace unos años, su padre la definía: “Romina no termina de convencerse de cuánto la quiero. Para mí tiene una familia divina, encontró un marido maravilloso, tengo unos nietos divinos. Más orgullo que eso no hay. Si encima actúa bien o le va mejor con un tono, eso es extra. Y como ella es superexigente, le cuesta entenderlo”.

Romina Yan fue conductora en Disney Channel y protagonista de éxitos como “Chiquititas”. La presión de ser “hija de” fue su gran peso.


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