Farmacéutico detenido por venta ilegal de pastillas

El dueño de una tradicional farmacia de la zona norte de Roca quedó imputado en una causa federal. La investigación se inició hace unos meses con un llamado al 0-800 Droga.

ROCA

ROCA.- Un farmacéutico de esta ciudad pasó medio día detenido y quedó imputado en una causa federal por presunta venta ilegal de psicofármacos. Su farmacia, ubicada en la zona norte, estuvo cerrada por disposición del Ministerio de Salud y en el local la policía secuestró 10.000 pastillas “de venta irregular”.

El profesional estuvo detenido durante el tiempo que demandó el allanamiento en el comercio, la constatación de su domicilio y la verificación de sus antecedentes y finalmente quedó en libertad. Ayer fue indagado por el juez federal de Roca, Jorge García Davini, quien en el plazo de 10 días resolverá su situación procesal.

El farmacéutico fue identificado por las fuentes policiales y judiciales como Pablo Brunetti, titular de la farmacia Aeroclub, ubicada en la calle San Juan al 2.200. Desde la Regional Segunda de Policía informaron que la investigación se inició hace varios meses a raíz de un llamado a la línea anónima y gratuita 0-800 Droga del gobierno provincial, mientras que desde la Brigada de Investigaciones-Área Judicial de la fuerza señalaron que el allanamiento se concretó luego de la realización de tareas de inteligencia y con el acompañamiento de funcionarios de Salud Pública.

La imputación al farmacéutico es por el delito previsto en el artículo 204 del Código Penal, que castiga con prisión de 6 meses a 3 años a quien “estando autorizado para la venta de sustancias medicinales, las suministrare en especie, calidad o cantidad no correspondiente a la receta médica, o diversa de la declarada o convenida (…) o sin la presentación y archivo de la receta de aquellos productos que, según las reglamentaciones vigentes, no pueden ser comercializados sin ese requisito”. La última previsión de la norma es la que se atribuye preventivamente a Brunetti, pues la acusación apunta a que habría comercializado psicotrópicos como Alplax, Clonazepam y Tranquinal “al menudeo” y sin prescripción médica pese a que se trata de medicamentos cuya venta sólo se permite “bajo receta archivada”.

Por tratarse de un delito excarcelable -aun ante la hipótesis de que el profesional llegue a ser condenado a la máxima pena- el juez federal dispuso su libertad una vez finalizados los trámites de secuestro de evidencias, notificaciones y verificación de antecedentes.

El jefe del Área Judicial de la Policía en Roca, comisario Ricardo Alejandro Fuentes, confirmó que el procedimiento se concretó el lunes desde las 14 y finalizó cerca de las 17 con el secuestro de “alrededor de 10.000 pastillas de psicofármacos de venta irregular” y con la detención preventiva del farmacéutico, quien pasó algunas horas arrestado en la sede de la Brigada y luego en la Comisaría Tercera.

Fuentes destacó la participación de autoridades y agentes del Ministerio de Salud Pública, puntualmente de la Supervisión de Saneamiento Ambiental y el área de Fiscalización, a quienes se asignó la cadena de custodia de los secuestros. La clausura preventiva de la farmacia, en tanto, se dispuso sólo durante las horas en las que el responsable técnico de la misma estuvo privado de la libertad.

Tanto las autoridades policiales como judiciales consultadas prefirieron mantener en reserva detalles de la investigación, aunque de manera extraoficial trascendieron particularidades alarmantes del caso. Por un lado, fuentes cercanas a la pesquisa recordaron que meses atrás el Ministerio de Salud ya habría realizado un procedimiento en el mismo comercio por sospechas del similar tenor. Y por el otro, señalaron que dentro de la farmacia fueron incautadas numerosas cajas de medicamentos psicotrópicos “sin troquel” y al menos dos envases de más de 1.000 pastillas cada uno que estaban identificados como medicamentos de venta prohibida porque eran de uso exclusivo en hospitales públicos. Además, se indicó que secuestraron numerosas cajas de pastillas abiertas a las que les faltaban varias unidades, lo que se interpretó como evidencia de una posible comercialización de pastillas sueltas o “al menudeo”.

Los psicotrópicos, además de los delicados efectos que pueden causar si se administran en dosis no controladas por médicos, son también consumidos con alcohol por quienes pretenden lograr un potente efecto estupefaciente. (Redacción central)


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