Fernández contestó, pero evitó los temas espinosos

Afirmó que el gobierno dominó la inflación y defendió la institucionalidad actual. No hubo respuestas claras sobre la derrota en Misiones ni los incidentes en San Vicente.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó ayer que «el gobierno ha logrado dominar claramente la inflación» y rebatió las críticas de la oposición sobre la calidad institucional al advertir la inconveniencia de hacer cuestionamientos permanentes sobre ese aspecto. Al brindar el informe de gestión bimestral en el Senado, tal como lo estipula la Constitución, el funcionario evitó pronunciamientos firmes sobre algunos temas espinosos como el escándalo de San Vicente y la derrota electoral en Misiones.

Fernández buscó minimizar el resultado de los comicios en esa provincia al decir que fue «una elección provincial, por lo cual escapa a nosotros hacer una evaluación», e intentó desactivar las críticas por el reparto de planes sociales al decir que «los aportes que hace Desarrollo Social son controlados por el Tribunal de Cuentas de Misiones, que responde a la oposición».

También comparó los gastos sociales realizados en Misiones, en comparación con Chaco, provincia que según el funcionario fue más beneficiada en ese aspecto a pesar de estar gobernada por el radicalismo de oposición.

A pesar de que algunos senadores le reclamaron una lectura política de esa elección, Fernández sólo pareció rozar esos interrogantes: «Este es un gobierno que trabaja, se esfuerza y logra resultados. Es un gobierno que si se equivoca, no lo resuelve con discursos sino con gestos. No somos un gobierno del discurso, sino de acciones».

En cuanto a los episodios de San Vicente, el funcionario lo calificó como un «hecho oprobioso» y volvió a abonar la teoría de la conspiración, cuando dijo «todos sabemos quiénes son políticamente los responsables, y todos sabemos quién era el destinado último de esas acciones».

El paso de Fernández por el Senado tuvo un marco respetuoso y formal, sin sobresaltos, lejos del clima de ebullición política que había anticipado el radicalismo. Durante su intervención inicial de treinta minutos Fernández destacó los logros económicos y sociales del gobierno. «Hace 47 meses que la Argentina no para de crecer», para después adentrarse en la enumeración de los indicadores que mejoraron desde la asunción del gobierno. «El crecimiento que esperamos para este año, contra todos los pronósticos de amesetamiento o aterrizaje lento, está por arriba del 8 por ciento», sostuvo.

Muchas preguntas de la oposición, en particular del radical Gerado Morales, apuntaron a cuestiones relacionadas con la calidad institucional. «Esta gestión de gobierno deteriora la calidad institucional con algunas acciones», planteó el radical. Fernández respondió con una recorrida en tono irónico por decisiones de gobiernos anteriores, como las leyes del perdón, los indultos y la alteración del número de miembros de la Corte. Luego remató: «no es bueno que sigamos avivando la idea de que la Argentina está entrando en un terreno resbaladizo en materia de calidad institucional. ¡Cómo mancillamos la calidad institucional diciendo que no hay calidad institucional!» (DyN)


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