Fernando Cabrera, la música y las palabras

El referente de la canción rioplatense, músico y poeta, llega hoy a Bariloche, y mañana a Neuquén, para presentar “Intro”, un libro de poemas y un DVD.

Hoy, a las 21:30, en el Hotel Nevada de Bariloche, y mañana a las 21, en el escenario del Casino Magic Neuquén, Planas 4005, el uruguayo Fernando Cabrera, referente de la canción rioplatense de autor, llega para presentar su trabajo “Intro”, un libro con sesenta y cinco poemas inéditos y devedé con dieciocho temas en vivo, registrado en alta definición en los Estudios Ion de Buenos Aires.

Cantor con guitarra, compositor, arreglador, poeta buceador, docente y productor musical, ha participado además en gran cantidad de recitales y grabaciones como solista e integrando grupos.

“Intro” es la entrada al territorio poético que florece en sus obras y al registro de un músico en la ceremonia que repite en sus conciertos, en encuentro íntimo y esencial. Fernando comenzó en 1984 su trayectoria solista, plasmada en el compacto “El viento en la cara” y nunca se detuvo hasta acumular una veintena de continentes musicales, entre los que se cuentan cinco vinilos. Trabajó luego con Eduardo Mateo en el 87, y al año siguiente se instaló en Bolivia, donde fue arreglista de varios músicos. Más tarde, “Canciones propias” (10), condensó una selección de títulos clásicos del cancionero popular uruguayo. Le siguió “Viva la patria” (13).

Si un término pudiera utilizarse, recortarse, plantarse en un intento por definirlo, sería respeto . Suena cada vez que se lo escucha, se lo lee. Por la palabra, en principio. “Yo tengo un enorme respeto por nuestra lengua, por los vocablos, desde niño, creo. No me gusta usarlos en vano, pienso muy bien lo que digo. Siento que cada palabra es un mundo y no me agrada maltratarlas. Considero al lenguaje, al habla, como lo más sagrado que tiene un ser humano”, le dice a “Río Negro”.

-Vivimos una época de la palabra maltratada; usada vanamente, vacía de contenido, para insultar, denostar. Lo que pone a tu tarea y la de tantos en el mundo, a contracorriente.

-Es un trabajo que hacemos para cuidarla. Tratamos de protegerla… Se está vapuleando a la palabra, vaciándola de contenidos. Pero, también quedan muchas otras personas que tratan de cuidarla, de reivindicarla… Quizás no haya que ser demasiado alarmista, porque asimismo sabemos por la historia que las lenguas se transforman, los propios vocablos cambian de significado, le damos otro distinto al que tenía originalmente y eso es inevitable. Antes me molestaba mucho cuando veía que a una palabra, una nueva generación le daba otro sentido. Y después comprendí porque quienes están más en la parte técnica, se dedican a la lingüística, me explicaron que un idioma está vivo, sufre modificaciones y de eso se trata. No debemos tener temor por un transitoria pérdida. Sí está sucediendo, al menos en mi país, que se usan menos palabras. No sé si es reflejo de que hayan menos ideas… No me animaría a decirlo. Pero sí ocurre. Hoy un niño, un joven, utiliza menos términos para comunicarse porque también hay una crisis educacional. Hay mucho menos contacto con la literatura, con la lectura. Pero bueno, tratemos de no ser pesimistas.

–La segunda aplicación de respeto que quiero proponerte, late cada vez que un creador, a través de un libro, una película, un poema, lo que fuera, considera la inteligencia, la sensibilidad del otro

–Siempre parto de la base que el otro tiene capacidad de deducción. No creo que sea un subnormal. Arranco considerándolo súper inteligente. No trato de abaratar o simplificar el producto. Por el contrario, lo hago con la máxima capacidad que puedo entregar, dando por sentado que el oyente, el lector, el que está sentado en una butaca o escucha un disco mío en su casa, va a entender lo que transmito. Y si no, inventará su propia lectura, y listo… El arte cumple el gran rol de desatar la imaginación del que lo aprecia. El enigma, el misterio o algo no fácil, de explicación inmediata, es una herramienta básica en cualquier manifestación artística

“Se está vapuleando a la palabra, vaciándola de contenidos”, es la preocupación del músico y poeta uruguayo.

Eduardo Rouillet

eduardorouillet@gmail.com


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