Frutos secos: el mercado internacional y la situación argentina

Estos cultivos, sumamente beneficiosos para la salud, ganan lugar en las economías regionales y ya hay casi 30.000 hectáreas productivas en el país.

Tendencias de consumo

La globalización y sus fenómenos consecuentes son, sin duda, hechos muy importantes y medibles en diversos ámbitos, entre ellos la información, las modas y las tendencias que atraviesan transversalmente a dos necesidades básicas del hombre: la alimentación y la salud. En relación con esto se produce en el mundo un notable incremento del consumo de todos los frutos secos: nueces, almendras, avellanas, pistachos, castañas, pecanes, vinculados con una alimentación sana y con recomendaciones de organizaciones de salud como alimentos a incorporar para el mejoramiento del sistema cardiovascular, además de otras propiedades nutracéuticas beneficiosas.

La producción de frutos secos está inmersa en esa tendencia de crecimiento masivo en el consumo muy por encima de todo el resto de los frutos frescos, sean de pepita, de carozo, cítricos, berries, etc. Nuestro país se suma a esta tendencia mundial y lo que eran economías regionales relegadas de poca importancia hoy conforman un sector que ocupa casi 30.000 hectáreas de cultivo (ver Tabla 1), con un espacio propio en el Programa Estratégico Agroalimentario (PEA) nacional, análisis minuciosos de su estado y propuestas de políticas para mejorar cuali y cuantitativamente la producción argentina.

Un análisis prospectivo de la producción mundial de frutos secos realizado en el Simposio Internacional de China en el 2013 ubica a la Argentina en una envidiable posición futura si se desarrollaran sus enormes potencialidades, comparativa y competitivamente superiores a muchos países, como por ejemplo las grandes extensiones posibles de cultivo, su gran variabilidad de condiciones edafo-climáticas adaptables para todas las especies y quizás la condición más crítica en el mundo, que es la gran disponibilidad de agua para riego. Si a esto le agregamos su excelente rentabilidad, un mercado creciente y precios que vienen aumentando en forma constante en los últimos 15 años, el panorama es inmejorable.

Actualmente el mercado nacional de los frutos secos está en constante expansión. No sólo ha incrementado el consumo, sino que lo ha diversificado y desestacionalizado: hoy se los come de muy diversas formas, más allá de las fiestas navideñas. La oferta está compuesta por frutos de origen nacional y por otros provenientes del exterior. La Argentina es únicamente superavitario en nueces, pecanes y castañas y depende de la importación para abastecer el consumo del mercado interno de almendras, avellanas y pistachos, además de otros frutos secos que nunca hemos producido, como castañas de cajú o las de Pará. Veamos la situación de cada especie:

Nueces

En un contexto en el que China produce casi el 60% de las nueces del mundo, el comercio internacional está dominado por Estados Unidos en un 50%, con participaciones importantes y equitativas de Francia, China, Ucrania, India y Chile. La Argentina ha crecido mucho en los últimos diez años. Con casi 16.000 hectáreas cultivadas y 17.000 toneladas de producción, la nuez es el fruto seco de mayor importancia en lo productivo y en nivel de consumo interno. Nuestro país ha pasado de ser un importante importador a figurar en el mercado mundial como exportador en los últimos cuatro años, tal como puede verse en la Figura 1 y la Tabla 2, que muestran detalles de las exportaciones del 2013.

Catamarca, La Rioja y Mendoza siguen siendo las principales productoras con más del 80% del total. En tanto la región patagónica ha tenido un muy buen crecimiento y aunque la producción actual es cercana al 8% con casi 1.600 toneladas, existe una buena superficie de plantaciones jóvenes que están entrando en producción y que darán una mayor participación en el ámbito nacional en poco tiempo.

Pecanes

Esta especie tiene a nivel mundial una altísima concentración en la producción, comercio y consumo en Estados Unidos y México, con más del 95% de participación en todos esos rubros. En la Argentina, donde el conocimiento y la comercialización de este fruto se están expandiendo lentamente, también existe una concentración en el área productiva en Entre Ríos y Buenos Aires, siendo el delta del Paraná el lugar central de producción, con más del 70% del total de las casi 8.000 hectáreas de cultivo (el segundo en extensión). Hay producción total para el mercado interno y en el 2014 se realizaron las primeras exportaciones a China.

Almendras

Esta fruta seca, la de mayor producción y consumo en el mundo, tiene un mercado internacional dominado en un 80% por los dos principales productores: Estados Unidos y España, en ese orden. Aunque algo lejos todavía, Australia asoma en el horizonte como un importante competidor.

La Argentina ha realizado considerables plantaciones en los últimos años y tiene algo más de 4.000 ha cultivadas, pero todavía está muy lejos de producir ese 50% de almendras que importa anualmente, con un volumen que sobrepasa en los últimos cinco años las 1.800 t/año de promedio, como puede verse en la Figura 2.

En Patagonia norte se vienen realizado plantaciones con variedades de floración tardía y protegidas de las heladas con riego por aspersión, con excelente calidad de almendra y buenas producciones.

Avellanas

Esta especie está dominada internacionalmente por Turquía, país que produce más del 60% del total y comercializa las tres cuartas partes del volumen del mercado mundial.

En la Argentina, Río Negro es la provincia de mayor producción, concentrándose en la región del Valle Inferior el 90% de las plantaciones del país, con casi 600 ha de cultivo. Aunque se efectúan exportaciones pequeñas a Italia, todavía se está lejos de abastecer el mercado interno, ya que anualmente importamos un promedio de 170.000 kg anuales, como puede apreciarse en la Figura 3.

Pistachos

Esta fruta seca reina en Irán, que produce algo más del 50% y ocupa un mercado exportador superior al 60%.

Estados Unidos es el segundo productor/exportador y entre ambos países manejan el 90% del mercado internacional.

En la Argentina existen pocas y jóvenes plantaciones –unas 900 hectáreas en total– concentradas en la provincia de San Juan, en la cual dos empresas importantes se las ingenian para exportar casi un millón de kg/año.

Ing. Agr. Luis Iannamico

INTA Alto Valle


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