Funcionarios repudiaron un reclamo de guardavidas en la casa de Gennuso

Los guardavidas reclamaban el comienzo del operativo seguridad con solo tres trabajadores en una playa y en un momento, se dirigieron hasta el domicilio del intendente de Bariloche.

Un grupo de guardavidas se movilizó hasta la casa del intendente Gustavo Gennuso ayer por la tarde en medio del conflicto con el gobierno municipal y ante el comienzo del operativo de seguridad en los balnearios, con solo tres guardavidas en Playa Bonita. Si bien Gennuso no se encontraba en la vivienda, estaban su esposa y sus hijas.

El hecho fue repudiado de manera inmediata por los funcionarios del intendente a través de las redes.

«En este momento, los pseudo guardavidas que ni aprueban los exámenes médicos no están dejando salir al intendente Gennuso y a su familia de su propia casa. Esta gente no es de Bariloche, no entiende nada», posteó el jefe de Gabinete, Marcos Barberis.

El concejal Carlos Sanchez y José Mella, otro funcionario cercano al intendente, también los calificaron como «pseudo guardavidas». «Repudio profundamente el accionar de los pseudo guardavidas obstruyendo violentamente la casa de nuestro intendente. Me indigna que lo que sucede en el ámbito laboral sea trasladado a la cuestión personal. Repudio estas actitudes violentas», expresó Mella.

El concejal oficialista señaló: «Hay límites que no debemos traspasar. Repudio total a este tipo de reclamo patoteril y cobarde. No quiero que ese tipo de personas cuiden a nuestros hijos en las playas de Bariloche«.

Los guardavidas se concentraron por la tarde en Playa Bonita, en el kilómetro 8 de la avenida Bustillo con un cartel en el que se leía: «Autocuidado = homicidio«. Llamaron la atención de los conductores y las personas que concurrían a la playa.

Pero en un momento, decidieron dirigirse hasta el domicilio del intendente ofuscados porque Gennuso había manifestado que los guardavidas no estaban manifestándose porque no eran de Bariloche y se encontraban fuera de la ciudad, celebrando las fiestas con sus familias.

«No, no estamos en Buenos Aires. Estamos en Bariloche, sin trabajo. Nos acercamos a la puerta de su casa y nos manifestamos 10 minutos de reloj con bombos y silbatos. En ningún momento entramos a la propiedad», señaló Juan Rapoport, integrante de la Asociación de Guardavidas.


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