Endulzantes naturales infaltables y cómo hacer pasta de dátiles
Son opciones saludables que deberíamos tener a mano en la cocina.
Foto / Gentileza
Viviana Videla Linares, es Licenciada en Nutrición y se especializa en alimentación basada en plantas. También es creadora del espacio Yo como feliz (@yocomofeliz), un lugar donde vas a encontrar información, recetas y sugerencias referidas a alimentación. De esta forma, Viviana busca acercar a la población hacia una alimentación real, con productos de verdad y reivindicar el acto de cocinar. Se esfuerza por mostrar que una nutrición que no se basa en calorías sino en nutrientes.
En esta oportunidad y siempre con la idea de acercar herramientas prácticas para llevar a cabo una alimentación más sana, comparte propuestas sobre endulzantes naturales y reducir así el consumo exagerado de azúcares refinadas.
Coco rallado
Se puede sumar a las preparaciones, como así también espolvorearlo sobre frutas frescas, tostadas, rellenos, licuados. Me encanta molerlo en el molinillo eléctrico y hacer harina de coco para cocinar.
Extracto de vainilla
Siempre unas gotas de una buena vainilla aportan perfume y sabor. Lo más importante es buscar una marca que sea natural, evitar las esencias artificiales. Se consigue en tiendas de dietética.
Pastas de frutas deshidratadas
Se pueden preparar caseras, las opciones son: pasas de uva, dátiles, higos, damascos, duraznos deshidratados. Ideales para reemplazar azúcar en recetas dulces.
Bananas maduras
La banana muy madura, esa que tiene piel negrita, está llena de azucares concentradas (eso sucede por su maduración) y su aporte a cualquier preparación como: budín, brownie, postres, etcétera, es y será un éxito.
Pasta de dátiles
Es mi endulzante preferido. Se puede usar para cocinar y reemplazar azúcar en preparaciones o también consumir como un dulce en tostadas, galletitas, postres y mucho más.
Ingredientes:
– 20 dátiles
Procedimiento
Remojar los dátiles durante toda la noche. Desechar el agua de remojo y quitar carozos. Procesar con minipimer hasta formar una pastita cremosa y homogénea. Lista para saborear. En la heladera dura 4 días y luego se deteriora por su alto contenido de líquido.
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