Neuquén: yerba + coco, la fórmula con la que sorprende el emprendedor Ignacio Haag
A los 24 años está a punto de recibirse de ingeniero industrial. Sus herramientas sobre liderazgo, gestión, desarrollo e innovación le ayudaron a sumarse al proyecto comercial de su familia.
Ignacio durante su viaje a Misiones.
En busca de incorporar nuevos sabores y experiencias al paladar, una familia de emprendedores neuquinos comercializa yerba mate con gusto a coco. La idea comenzó a gestarse hace un tiempo y desde hace unos meses se venden en el corazón de Neuquén capital.
Ignacio Haag (24) está a punto de recibirse de ingeniero industrial, además este año quedó seleccionado en un curso de la Universidad Católica de Córdoba sobre Emprendedurismo e Innovación. Allí aprendió algunas herramientas sobre liderazgo, gestión, desarrollo e innovación que actualmente aplican en la empresa. Él y su familia se dedican a la elaboración diferentes tipos de té, producto que también comercializan (@tecompania).
“La idea de ‘Amá – mix yerba mate + coco’ surgió hace un tiempo atrás. Con mi mamá (Adriana Harguindeguy), veníamos pensando esto de experimentar con la yerba mate, agregarle algo más para darle otro sabor ya que algunas son muy fuertes y a muchos no les gusta”, comentó Ignacio.
“Tuvimos la posibilidad de ir a Misiones. Fuimos a conocer y a buscar la yerba que queríamos usar. Después el paso a seguir era la incorporación del coco. Fue bastante prueba y error porque había que ver cuál era la proporción correcta para el producto final”, recordó el joven.
El viaje a Misiones fue enriquecedor en cuanto a conocimientos en el proceso de lo que es la yerba mate. La familia recorrió varias plantaciones donde hablaron con productores para saber un poco más de la trastienda de este cultivo.
Hay varios tipos de yerba, la tradicional con o sin palo y la orgánica. La que nosotros trabajamos es la tradicional y estamos viendo de incorporar, a futuro, la orgánica porque hay público para todo. Nuestro producto tiene un tiempo de estacionamiento normal, más tradicional”.
Ignacio Haag, emprendedor.
“La traemos de Misiones, tenemos nuestro proveedor y nos lo envían. El coco lo compramos también en la misma provincia. Cuando llegan los productos vamos a la sala de elaboración que nos proporcionó el municipio neuquino. Solicitamos turno y elaboramos los procesos previos en ese lugar con ayuda de la gente que trabaja en esa área. Hacemos la mezcla y lo envasamos nosotros”, continúa.
El proceso de mezcla lleva un tiempo de reposo para que se incorporen los sabores. Cuando se envasa también se mezclan los sabores. Los productos se agregan en partes iguales para que queden con la proporción justa. “Soy consumidor de yerba mate y le insistí a mí mamá para llevar adelante este proyecto. Conseguimos los permisos y nos largamos con esto”.
El producto está en proceso de certificación de yerba mate Sin TACC y comentó que “es una yerba mate con palo, no quisimos irnos de lo tradicional, ni muy fuerte ni muy suave, tenemos un punto medio, ya que queríamos algo que todos pudieran tomar. Esto lo elaboramos aquí en Neuquén. Ya estamos pensando más adelante en ir incorporando otra variedades para tener más rango de gente que le puede gustar otro tipo de cosas”, dijo Ignacio.
Herramientas para emprender y trabajo familiar
Ignacio realizó un curso que finalizó en noviembre sobre Emprendedurismo e Innovación en la Universidad Católica de Córdoba. «La finalidad de las clases era brindar herramientas, ayudar a personas que estaban pensando en comenzar su primer emprendimiento e incorporar más conocimiento a quienes ya tenían proyectos en marcha. Vimos herramientas aplicadas al marketing, logística, cuestiones legales, costos financieros, entre otros. A medida que se hacía el curso, se me hacía más fácil aplicar lo aprendido en nuestro negocio. Todo se volvía más ágil y sistemático. Me facilitó la tarea ya que emprender en esta actualidad que vivimos es muy difícil», explicó.
«Disfruto mucho, me gusta trabajar con mi mamá, mi papá y mi hermana. Es fácil ya que pensamos casi de la misma manera en eso de en que sentido debe ir el negocio. Cada uno aporta su mirada. Mi mamá es un poco más creativa y yo tengo una mirada más técnica, más rígida. Contrastamos las opiniones y vamos viendo qué camino toma el negocio», concluyó el joven.
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