Greenpeace exhortó al desarrollo de la energía eólica en la Argentina

Greenpeace presentó ayer una propuesta para que la Argentina desarrolle activamente la energía eólica y alcanzar los 3.000 Megavatios por esta vía en el 2010.

La propuesta fue presentada por dirigentes de la entidad en una conferencia de prensa realizada en el ámbito del 18 Congreso Mundial de la Energía, que se realiza en Buenos Aires, y fue sustentada en el argumento de que «el abundante recurso existente en la región, sumado a una tecnología probadamente eficaz puede permitir una verdadera revolución energética en el país, basada en energías limpias».

Al formular la propuesta, Juan Carlos Villalonga, encargado de asuntos energéticos de Greenpeace, hizo hincapié en el trabajo desarrollado conjuntamente con la Asociación Europea de Energía eólica, que establece la factibilidad de alcanzar para el 2020 una producción eólica que satisfaga el 10 por ciento del consumo global.

«La actividad energética es la principal responsable del calentamiento global, la quema de combustibles fósiles es el origen de la destrucción del clima que ya está ocasionando desastres vinculados, como es el caso de las permanentes inundaciones en la Pampa Húmeda argentina», advirtió Villalonga.

El discurso de fuentes alternativas

Pero la agrupación ecologista no fue la única defensora de los recursos alternativos. El ahorro de energía y el fomento de fuentes alternativas para el abastecimiento eléctrico de las ciudades, debe ser una prioridad impostergable tanto para los gobiernos de países industrializados como en desarrollo, afirmaron emprendedores israelíes, japoneses y británicos, en el Congreso Mundial de la Energía (18th WEC) que se celebra en la Rural de Palermo.

En la mesa sobre «Eficiencia y Conservación de la Energía», coordinada por el ejecutivo de Techint Marcelo Martínez Mosquera, los disertantes coincidieron en que el papel estatal en la promoción de fuentes energéticas es «irremplazable», y presentaron los resultados de sus experiencias en sus países de origen.

El israelí Lucien Bronicki, de la firma Ormat, consideró que esa promoción debe pasar por subsidios que solventen la diferencia de costos entre energías convencionales y otras alternativas, como la solar o eólica.

Se refirió al despliegue de su empresa -que se dedica a montar plantas de este tipo en pequeños poblados desconectados del sistema eléctrico central- en Guatemala, y sostuvo que «aunque por el momento la competencia con las energías convencionales no es pareja, las fuentes alternativas poco a poco van ganando competitividad».

El representante de la Compañía Eléctrica de Tokio, Katayoshi Kosakari, mostró una máquina calentadora de agua, que funciona en base a compresión físico-química y sirve para ahorrar energía eléctrica, que en Japón se utiliza con este fin. Dijo también que el invento es incluso mejor que los artefactos que usan combustibles fósiles, como los de la Argentina, porque reduce a un nivel mínimo las emisiones de dióxido de carbono. (DyN, Télam)


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