Greenpeace desbloqueó el único basurero petrolero que funciona en Neuquén
Impedían el ingreso a la base que Treater tiene en Añelo. Afirman que le enviaron documentación al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, advirtiéndole de una grave situación de contaminación.
El grupo de activistas de Greenpeace que protestaba en Añelo levantó su manifestación este mediodía. En la mañana de ayer se apostaron sobre el camino por el que ingresan los camiones que llevan los residuos petroleros para su tratamiento.
Si bien la fiscalía emitió una orden de desalojo, de la cual ayer por la tarde fueron notificados los activistas, no se avanzó en su cumplimiento, a la par de que la protesta se difundía a nivel nacional. A la manifestación se sumaron integrantes de la comunidad mapuche, quienes también permanecieron en el lugar durante toda la noche, aunque desde Greenpeace resaltaron que no son parte de su medida de fuerza.
Leonel, vocero del grupo, explicó que su objetivo es el cierre de la planta de tratamiento de residuos petroleros para frenar la contaminación por la cual acusan a las empresas del sector. En este sentido, afirmó que le enviaron documentación al gobernador de Neuquén (de licencia por la campaña electoral), Omar Gutiérrez, advirtiéndole de una grave situación de contaminación en el predio.
«El sector político, en este caso el gobernador de la provincia de Neuquén, es en definitiva el que termina firmando la autorización de este predio. Cuenta con habilitación lo cual es irrisorio porque es objetivamente ilegal, y la firma la tiene. Por supuesto que le cabe una buena cuota de responsabilidad al gobierno», resaltó el activista.
Al margen de la protesta, el posible colapso de las piletas de tratamiento y su filtración a la tierra y napas ya había sido denunciado por la Confederación Mapuche, motivando a que la fiscalía de Delitos Ambientales comience una investigación. Según el fiscal a cargo de esta oficina, Maximiliano Breide Obeid, actualmente se está definiendo qué laboratorio tomará las muestras y las analizará, aunque resaltó que durante la inspección ocular pudieron comprobar «que las piletas están al máximo».
Otra de las polémicas que rodeó a Treater fue la detención del fotógrafo alemán Stefan Borghardt a comienzos de este año, cuando trabajaba en el lugar. Aseguró que lo golpearon, le quitaron su equipo y revisaron su celular personal. La situación terminó con el ministro provincial de Seguridad, Mariano Gaido, solicitándole informes al jefe de la fuerza policial, Rubén Tissier.
Por su parte, la firma emitió un comunicado ayer a la tarde asegurando que cumple con las normas ambientales establecidas y acusó a los activistas de negarse a dialogar.
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