Guatemala: tensión política y social por la pelea entre el presidente y su vice

En medio de importantes manifestaciones, que terminaron con un incendio en la sede del Parlamento, el vicepresidente le recomendó al mandatario Alejandro Giammattei que renuncien a sus cargos.

Guatemala vivió hoy una jornada de extrema tensión política y social, con manifestantes que atacaron e incendiaron parcialmente la sede del Congreso en medio de una nutrida protesta callejera contra el Presupuesto sancionado por el parlamento y la inédita recomendación del vicepresidente Guillermo Castillo al presidente Alejandro Giammattei de que ambos renuncien a sus cargos.

Solo ayer hubo 17 convocatorias de diferentes organizaciones a manifestaciones en diversos puntos del país, en protesta por la “aprobación exprés” del Presupuesto para 2021 por parte del Congreso, según el diario local El Periódico.

La Corte de Constitucionalidad (CC) concedió esta mañana un recurso de amparo presentado por dos ciudadanos contra Giammattei, a quien obligó a “preservar el orden público” y permitir “tanto el derecho a manifestarse como también el derecho a la libre locomoción de personas y vehículos”.

Pese a ello, la Municipalidad de la Ciudad de Guatemala suspendió el transporte público debido a la “alta concentración de personas” en el centro.

Esta tarde, varias personas rompieron ventanas del Congreso y lanzaron artefactos que originaron fuego dentro del edificio, según el diario Prensa Libre, hasta que fueron reprimidos por la policía.

Los manifestantes, en su mayoría encapuchados, rompieron la puerta de ingreso al Parlamento y también las ventanas, lanzando antorchas de fuego al interior, sin la presencia de los diputados dentro de las instalaciones.

Durante alrededor de unos 10 minutos, en medio del caos, los inconformes lograron incendiar una parte del Congreso y también destrozar todo lo que encontraran a su alrededor.

La toma del Congreso por unos minutos tuvo lugar en medio de una manifestación pactada para este sábado por artistas, colectivos y docenas de entidades, con el objetivo de rechazar el presupuesto de ingresos y egresos del Estado para 2021, aprobado por el Parlamento, en su mayoría oficialista, y presentado por el Gobierno de  Giammattei.

El mismo diario reveló esta mañana que Castillo le propuso a Giammattei que ambos dejen sus cargos “por el bien del país”, ante las persistentes divergencias entre ambos.

El vicepresidente propuso esa solución a fin de descartar “ideas sediciosas”, como un golpe de estado, y aseguró que no quiere asumir el cargo de Giammattei, pero aclaró que no renunciará si no lo hace también el mandatario.

Castillo agregó que le propuso a Giammattei que vete el Presupuesto sancionado y lo devuelva al Congreso porque tiene “anomalías”, y calificó al jefe del Estado como “alguien que posiblemente ha hecho mal las cosas”.

La secretaria de Comunicación, Francis Maseck, dijo que la Presidencia no tenía comentarios sobre las declaraciones de Castillo.

El 29 de septiembre pasado, Giammattei reprendió públicamente a Castillo después de que se filtrara a la prensa la grabación de una conversación en la que el vice le reclamó que fuera “serio”.

“Si el señor (Castillo) tiene diferencias, que venga al Consejo de Ministros y las exponga, pero que no agarre su chat y lo mande a un periódico para tratar de hacerse víctima de algo que no es víctima”, dijo entonces el mandatario por radio.

Giammattei confirmó la veracidad del audio filtrado y amenazó a Castillo con querellarlo por difundir esa conversación privada mantenida en el seno del grupo de chat del gabinete.

Aquella conversación se produjo cuando Castillo fue citado a una reunión del gabinete para definir la continuidad o no del estado de calamidad por la pandemia de coronavirus y respondió que no asistiría y criticó a Giammattei por no haberle delegado atribuciones mientras permaneció aislado por haber contraído Covid-19.

“Esa reunión pudimos haberla tenido con suficiente antelación si usted hubiera decidido delegar en mi persona la convocatoria al Consejo de Ministros y no detenerla egoístamente solo pensando en el ejercicio de poder recaído en su persona”, dijo aquella vez el vice.

“El problema del vicepresidente es que durante las últimas cuatro semanas no se acercó jamás a ningún ministerio a ver qué estábamos haciendo; si alguien se ha estado rascando la barriga, que se ponga por lo menos con la boquita callada”, replicó Giammattei.


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