Hay un testimonio que echa una sombra de duda

CIPOLLETTI .- El testimonio de una persona que dijo haber escuchado a Claudio Yacopino cuando hablaba con otro hombre en el baño del casino, fue el elemento que utilizó el juez Pablo Iribarren para no descartar aún la intervención de los hermanos en el triple crimen.

«La propia defensa señala situaciones poco claras, como por ejemplo la declaración de Olave, que crea ciertas dudas en el ánimo del juzgador», dijo el juez.

Olave es el hombre que dijo haber escuchado a Claudio Yacopino y a otra persona conocida como «Taiko» cuando ambos conversaban en el baño del casino de Cipolletti. El testigo habría dicho que oyó a Yacopino cuando le advertía a «Taiko» que la cosa «estaba complicada» y que debían decir que habían estado en el campo. El hombre, según recuerda el abogado Gustavo Palmieri, dijo que relacionaba este comentario con el triple crimen, aunque no escuchó nada vinculado con la muerte de las tres chicas.

El juez también llamó a una explicativa a «Taiko» quien negó haber mantenido esa conversación.

Como quedaron ciertas dudas, el juez decidió tomar una postura intermedia y apuntó a «la falta de mérito», de modo de asegurar los derechos de los hermanos y permitir que continúe una investigación «cuyos plazos no han concluído».

Claudio Yacopino tiene vinculación con la empresa donde trabajaba Claudio Kielmasz, pero tanto él como su hermano Fernando negaron conocer al detenido cuando prestaron declaración informativa.

El 24 de agosto del '98, Kielmasz dijo que en la tarde del 9 de noviembre del '97, Claudio Yacopino habría levantado a las chicas en la calle San Luis para llevarlas a una reunión donde previamente se habría hecho un reparto de drogas. Allí habrían estado también Fernando Yacopino y los policías Seguel, Railén, Jáñez y Valdevenito, entre otras personas.

«No conocía a Kielmasz, ni a Seguel ni a las chicas», aseguró Claudio Yacopino cuando estuvo ante el juez.

En la resolución conocida ayer el magistrado consideró que «la prueba reunida resulta insuficiente como para reprocharles algún delito» (a los hermanos).

Expresó que más allá de la imputación que les hizo Kielmasz, «no se han agregado en el legajo otras pruebas independientes y con suficiente entidad» que confirmen la versión dada por el detenido.

La llamada telefónica

CIPOLLETTI – En los próximos días pasará al despacho del fiscal Alvaro Meynet la causa que involucra a Elsa Molina y a la policía Nancy Sobarzo, ambas procesadas por encubrimiento en relación con el llamado telefónico anónimo que indicó buscar a Hilario Sepúlveda y Horacio Huenchumir.

El fiscal deberá expedirse y decir si la instrucción está completa, si deben producirse nuevas diligencias o elevar la causa a juicio.

Los abogados de la familia Yacopino también defienden a Molina, actual empleada administrativa del corralón de la familia.

Esta causa iría a juicio «en paquete» junto a la principal y otras conexas a la investigación del triple crimen.

Molina está sospechada de haber realizado el llamado telefónico a la subcomisaría 69 y Sobarzo de recibirlo.


CIPOLLETTI .- El testimonio de una persona que dijo haber escuchado a Claudio Yacopino cuando hablaba con otro hombre en el baño del casino, fue el elemento que utilizó el juez Pablo Iribarren para no descartar aún la intervención de los hermanos en el triple crimen.

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