Historias de tono dispar en «Disputas» 28-5-03

El primer capítulo de "Disputas" sólo presentó los personajes a través del grotesco. Con una buena producción y dirección, ahora falta ver si en adelante sus historias resultan atrayentes.

Buenos Aires, (Télam).- El esperado desembarco de la tira semanal «Disputas», que el jueves pasado tuvo su estreno por Telefé, y en la región también en Canal 7, exhibió la solidez visual de su realizador Israel Caetano pero en el debut no pudo ir mucho más allá de la descripción de personajes que bordearon un no muy logrado tono grotesco.

Una razzia policial a un flamante prostíbulo marcó el inicio del programa que al igual que la incendiaria «Tumberos» (que se emitió por América) reúne a la productora Ideas del Sur (de Marcelo Tinelli) con Sebastián Ortega (productor general) y con el director Israel Caetano («Bolivia» y «Un oso rojo»).

El accionar de las «fuerzas del orden» en el prostíbulo, sirvió de hilo conductor para exhibir la atmósfera de una comisaría, contar las vivencias de las chicas que se desempeñaban en el lugar y permitir el lucimiento de Daniel Valenzuela (en el rol del comisario encargado de los interrogatorios).

El otro punto alto en materia interpretativa corrió por cuenta de Roly Serrano (quien asume el papel de quien motoriza la instalación del tempranamente malogrado prostíbulo).

El resto del producido envío recorrió profusa y logradamente las complejas vidas de los personajes encarnados por Mirta Busnelli (Amelia), Belén Blanco (Soledad), Dolores Fonzi (Gala), Julieta Ortega (Gloria) y Florencia Peña (María José).

En esa mirada sobre aspectos íntimos de las mujeres que venden su sexo, la historia rozó un estilo de carácter grotesco que no llegó a plasmarse adecuadamente.

«Lo único que hago es tratar de vivir», razonó Amelia, la madama del emprendimiento, al ser indagada por la policía que le recordó un prontuario con nueve entradas a prisión en 15 años de actividad.

Otras de las frases-fuerza de la primera velada de «Disputas» fueron vertidas por la conflictuada María José que arriba a la profesión tras haber perdido su trabajo en turismo y con la presión adicional de tener un marido desocupado.

«Llegué al prostíbulo por error. Si yo tuve un solo novio que fue mi marido», recitó frente a la encandiladora luz del interrogatorio.

En la definición del perfil que adoptará el desenvolvimiento de las protagónicas damas de «Disputas», se basará el vuelo o la apenas mueca que alcance el ambicioso programa.


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