Por qué las visitas no deberían lavar los platos en tu casa, según el Feng Shui

Aunque sea visto como un gesto de cortesía, para el Feng Shui este acto bienintencionado podría alterar la energía del hogar.

En muchas casas argentinas, lavar los platos tras una comida compartida es visto como un gesto de cortesía. Pero según el Feng Shui, la ancestral filosofía china que busca armonizar los espacios, ese acto bienintencionado podría alterar la energía del hogar.

Por qué las visitas no deberían lavar los platos en tu casa, según el Feng Shui


De acuerdo con esta práctica milenaria, lavar los platos no es solo una tarea doméstica, sino una acción simbólicamente poderosa: representa la limpieza de la energía emocional, relacional y económica del hogar. En este sentido, permitir que una visita se ocupe de esta tarea implica, desde el Feng Shui, dar acceso a aspectos muy íntimos del equilibrio energético familiar.

“El agua representa el movimiento de las emociones y del dinero. Si alguien externo manipula ese flujo, puede alterar el orden natural de las cosas dentro de la casa”, explican quienes siguen esta disciplina. También se señala que hay un vínculo entre las tareas cotidianas y los roles energéticos dentro del hogar, y que al permitir que una visita tome ese rol, se puede generar un pequeño desequilibrio en la dinámica del espacio.

Por eso, más allá de la amabilidad, el Feng Shui recomienda que seas vos quien lave los platos o lo hagan quienes conviven en la casa, para mantener el control simbólico sobre el flujo del chi (energía vital). Y si la visita insiste, se sugiere agradecer el gesto y explicarlo con humor o cariño, sin necesidad de parecer descortés.

En tiempos donde cada vez más personas buscan generar armonía en sus hogares, esta mirada alternativa nos invita a pensar que incluso los actos más simples —como lavar los platos— pueden tener una dimensión energética.