Hoy se cumplen seis años de la muerte de Nisman, que aún sigue sin resolverse

Se investiga como homicidio y hay cinco acusados. El fiscal investigaba el atentado a la AMIA y había denunciado a Cristina Fernández por el pacto con Irán.

La muerte del fiscal Alberto Nisman sigue sin resolverse. Fue el 18 de enero de 2015 cuando lo hallaron muerto en su departamento de la torre Le Parc, de Puerto Madero. El lunes siguiente tenía que ir al Congreso para explicar su denuncia contra la, por entonces, presidenta Cristina Fernández y parte de su gabinete, por el memorándum de entendimiento con Irán. Hay cinco acusados por el hecho, Diego Lagomarsino entre ellos.

Nisman era el fiscal responsable de investigar el atentado contra la AMIA, pero el proceso siempre estuvo viciado de dudas y tensiones políticas, lo que ocurre también con la investigación sobre su muerte.

Según una pericia de Gendarmería, Nisman fue asesinado en su departamento por dos personas. Este documento contradijo un informe al que había llegado una Junta del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, que en base a la autopsia, concluyó que no se puede afirmar ni descartar “con certeza científica”, que se haya tratado de un suicidio o un asesinato.

Entre los acusados, Lagomarsino es considerado participe necesario. La noche anterior al hallazgo del cuerpo, le había llevado una pistola -según él, a pedido de Nisman- de la que salió el tiro que lo ultimó. Los otros cuatro acusados son los custodios de la Policía Federal. Uno de ellos, Rubén Benítez, declaró que ese fin de semana, el fiscal también le había pedido un arma.

Actualmente, el fiscal Eduardo Taiano, encargado de la causa, tiene un primer informe que demuestra que ese fin de semana del 2015 hubo «una explosión de llamados inusual entre el mundo de la inteligencia y la política», consigna Infobae.

Recientemente, Lagomarsino fue liberado de la tobillera electrónica porque el perito informático se «mantuvo a derecho». Además, en una causa paralela, la Justicia investiga a la madre y hermana de Nisman por presunto lavado de activos a raíz de la cuenta abierta a su nombre y no declarada en un banco de Estados Unidos, que tuvo como apoderado al fallecido fiscal se abrió en marzo de 2015.


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