“Humanizar la obra social”
Me dirijo al presidente de Ipross a los efectos de relatarle uno de los tantos obstáculos que he tenido con mi obra social. Por ser enferma oncológica (adenocarcinoma de esófago), mi médico el Dr. Hugo García solicitó derivación a Buenos Aires, trámite que con muy buena atención por parte de Susana Rochet y Mirna se concretó vía Grupo Roisa. Viajé a el 1 de julio pasado. El Dr. Luis Caro, médico cirujano del Hospital Fleming, solicitó material quirúrgico. El 2 de julio fui a Roisa y Ana Vives, de ese organismo, me dijo que el material lo debe proveer Ipross, a donde me dirigí inmediatamente. Me atendió Gabriel Ciotti, informándome que para la compra se debía hacer un trámite que demoraba entre 15 y 20 días, sugiriendo el cambio de fecha de la cirugía ya programada para el 7 de julio de 2015. La alternativa sugerida por G. Ciotti fue que compre el material y que conserve las facturas para posterior reintegro. Por mi parte necesitaba saber lugar y precio. Me dio nombre de un proveedor y su número, diciéndome que en la esquina había un locutorio con fax desde donde me podía comunicar. Cabe aclarar que tal respuesta me pareció absolutamente desconsiderada. Para ponernos en situación: Ipross es mi obra social “solidaria”, de ella espero protección, cobertura y trato humanizado, extensivo a todos los afiliados que en su mayoría somos cautivos, no pudiendo renunciar a ella. Le solicité a Ciotti que se comunicara él. Primero el teléfono del proveedor estaba ocupado, luego los ocupados eran lo de Ipross, después ya se acercaba la hora de cierre de la obra social y finalmente quedé sin las respuestas buscadas que eran: 1. Dónde conseguir el material. 2. Costos de los mismos. La respuesta 1 la obtuve de mi médico de Viedma, Dr. García; la 2 por mis propios medios, y ante el monto dado tuve que solicitar ayuda económica. No escapará a su entender que el nivel de angustia, sumado a que dicho material lo pude reunir el día previo a la cirugía, no es lo más indicado como preparativo a una entrada a quirófano. A mi regreso de Buenos Aires, el 17 de julio me presenté en Ipross de Viedma, donde entregué la documentación correspondiente a la compra en el sector reintegros, trámite recibido por Emilia Feliú. El 22 de septiembre, dos meses después, me llamó una empleada (creo que Liliana), para decirme que debía llevar los stickers del material que había comprado, a lo que respondí que no los tenía. Dicho material lo entregué el día 7/7 en la farmacia del Hospital Fleming, donde se realizó la cirugía. Nadie antes me había advertido que debía conservarlos para ser adjuntados a las facturas que ya había abonado. Posteriormente a esta comunicación, llamé al Dr. Andrés Battistuzzi, quien personalmente me había dado su tarjeta de vocal gubernamental diciéndome: “Ante cualquier inconveniente comunicate conmigo”. Le expliqué la situación, a lo que me respondió que eso era mi responsabilidad, que yo debería saber que los stickers se deben guardar de la misma forma que se hace con los troqueles en la compra de un medicamento en farmacia. Luego él me acotó que nada podía hacer, a lo que le sugerí que Ipross debería hacer una hoja de ruta con la información clara y precisa para los afiliados que no conocemos los requisitos administrativos, contables y/o legales del manejo de nuestra obra social. Es más, agregué que como enferma oncológica mi preocupación y ocupación está puesta en sanarme. Tanta mala suerte tuvo el Dr. Battistuzzi que, finalizada la comunicación, su celular quedó abierto y escucho que dice, con su típica voz: “Esta mina Hemilse Contín está loca, pretende que le pague hasta los tampones. Qué se piensa, que me tengo que ocupar de esas cosas, tengo problemas más graves que resolver. Pero que se vaya a cagar. Además qué se cree… me viene a decir como yo debo manejar Ipross. ¿Que haga una hoja de ruta? ¡Está totalmente loca! Pero ya van a ver, esta no me va a llamar nunca más”. Esta conversación la tengo grabada y, además, por haber puesto el altavoz en mi celular la escucharon las personas que estaban en ese momento conmigo. Por lo expuesto, Sr. presidente le solicito: 1. La inmediata devolución del 100% del dinero de la compra de los materiales quirúrgicos, con el monto real de las facturas presentadas, que debía haber proveído la obra social. 2. Se informe a los afiliados en forma exacta y por escrito de los pasos que deben realizar ante cualquier tratamiento, más aun cuando están derivados. 3. Se acorten los tiempos administrativos ante patologías severas. 4. Se instruya eficientemente al personal de Ipross de Buenos Aires. 5. Se sancione al Dr. Battistuzzi por mal trato (contemplado en ley de Maltrato Institucional) y se me informe correspondientemente de dicha sanción, exigiendo el pedido de disculpas de dicho empleado en forma personal. 6. De no obtener respuesta a esto en el término de 48 horas, informo que la nota de marras tomará estado público sin perjuicio de iniciar acciones legales. Sin más y con la esperanza de que este relato sirva para corregir errores, agilizar la dinámica y humanizar la obra social, saludo a Ud. cordialmente. Cuando un ser humano padece cáncer lucha por su vida. Por su cobertura debe luchar la obra social. Hemilse María Contín, DNI 10.381.270 Afiliada Nº 3-10381270/0 Carmen de Patagones
Hemilse María Contín, DNI 10.381.270 Afiliada Nº 3-10381270/0 Carmen de Patagones
Me dirijo al presidente de Ipross a los efectos de relatarle uno de los tantos obstáculos que he tenido con mi obra social. Por ser enferma oncológica (adenocarcinoma de esófago), mi médico el Dr. Hugo García solicitó derivación a Buenos Aires, trámite que con muy buena atención por parte de Susana Rochet y Mirna se concretó vía Grupo Roisa. Viajé a el 1 de julio pasado. El Dr. Luis Caro, médico cirujano del Hospital Fleming, solicitó material quirúrgico. El 2 de julio fui a Roisa y Ana Vives, de ese organismo, me dijo que el material lo debe proveer Ipross, a donde me dirigí inmediatamente. Me atendió Gabriel Ciotti, informándome que para la compra se debía hacer un trámite que demoraba entre 15 y 20 días, sugiriendo el cambio de fecha de la cirugía ya programada para el 7 de julio de 2015. La alternativa sugerida por G. Ciotti fue que compre el material y que conserve las facturas para posterior reintegro. Por mi parte necesitaba saber lugar y precio. Me dio nombre de un proveedor y su número, diciéndome que en la esquina había un locutorio con fax desde donde me podía comunicar. Cabe aclarar que tal respuesta me pareció absolutamente desconsiderada. Para ponernos en situación: Ipross es mi obra social “solidaria”, de ella espero protección, cobertura y trato humanizado, extensivo a todos los afiliados que en su mayoría somos cautivos, no pudiendo renunciar a ella. Le solicité a Ciotti que se comunicara él. Primero el teléfono del proveedor estaba ocupado, luego los ocupados eran lo de Ipross, después ya se acercaba la hora de cierre de la obra social y finalmente quedé sin las respuestas buscadas que eran: 1. Dónde conseguir el material. 2. Costos de los mismos. La respuesta 1 la obtuve de mi médico de Viedma, Dr. García; la 2 por mis propios medios, y ante el monto dado tuve que solicitar ayuda económica. No escapará a su entender que el nivel de angustia, sumado a que dicho material lo pude reunir el día previo a la cirugía, no es lo más indicado como preparativo a una entrada a quirófano. A mi regreso de Buenos Aires, el 17 de julio me presenté en Ipross de Viedma, donde entregué la documentación correspondiente a la compra en el sector reintegros, trámite recibido por Emilia Feliú. El 22 de septiembre, dos meses después, me llamó una empleada (creo que Liliana), para decirme que debía llevar los stickers del material que había comprado, a lo que respondí que no los tenía. Dicho material lo entregué el día 7/7 en la farmacia del Hospital Fleming, donde se realizó la cirugía. Nadie antes me había advertido que debía conservarlos para ser adjuntados a las facturas que ya había abonado. Posteriormente a esta comunicación, llamé al Dr. Andrés Battistuzzi, quien personalmente me había dado su tarjeta de vocal gubernamental diciéndome: “Ante cualquier inconveniente comunicate conmigo”. Le expliqué la situación, a lo que me respondió que eso era mi responsabilidad, que yo debería saber que los stickers se deben guardar de la misma forma que se hace con los troqueles en la compra de un medicamento en farmacia. Luego él me acotó que nada podía hacer, a lo que le sugerí que Ipross debería hacer una hoja de ruta con la información clara y precisa para los afiliados que no conocemos los requisitos administrativos, contables y/o legales del manejo de nuestra obra social. Es más, agregué que como enferma oncológica mi preocupación y ocupación está puesta en sanarme. Tanta mala suerte tuvo el Dr. Battistuzzi que, finalizada la comunicación, su celular quedó abierto y escucho que dice, con su típica voz: “Esta mina Hemilse Contín está loca, pretende que le pague hasta los tampones. Qué se piensa, que me tengo que ocupar de esas cosas, tengo problemas más graves que resolver. Pero que se vaya a cagar. Además qué se cree... me viene a decir como yo debo manejar Ipross. ¿Que haga una hoja de ruta? ¡Está totalmente loca! Pero ya van a ver, esta no me va a llamar nunca más”. Esta conversación la tengo grabada y, además, por haber puesto el altavoz en mi celular la escucharon las personas que estaban en ese momento conmigo. Por lo expuesto, Sr. presidente le solicito: 1. La inmediata devolución del 100% del dinero de la compra de los materiales quirúrgicos, con el monto real de las facturas presentadas, que debía haber proveído la obra social. 2. Se informe a los afiliados en forma exacta y por escrito de los pasos que deben realizar ante cualquier tratamiento, más aun cuando están derivados. 3. Se acorten los tiempos administrativos ante patologías severas. 4. Se instruya eficientemente al personal de Ipross de Buenos Aires. 5. Se sancione al Dr. Battistuzzi por mal trato (contemplado en ley de Maltrato Institucional) y se me informe correspondientemente de dicha sanción, exigiendo el pedido de disculpas de dicho empleado en forma personal. 6. De no obtener respuesta a esto en el término de 48 horas, informo que la nota de marras tomará estado público sin perjuicio de iniciar acciones legales. Sin más y con la esperanza de que este relato sirva para corregir errores, agilizar la dinámica y humanizar la obra social, saludo a Ud. cordialmente. Cuando un ser humano padece cáncer lucha por su vida. Por su cobertura debe luchar la obra social. Hemilse María Contín, DNI 10.381.270 Afiliada Nº 3-10381270/0 Carmen de Patagones
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios