Imágenes y recuerdos de los lectores

Así empezó mi barrio

No quedaba tan lejos… había sido una chacra, por aquellos tiempos, no hace mucho, tan solo veintitrés años, que fue cuando me entregaron la casita tan anhelada…

No pasaba el colectivo aun por el barrio… pasaba a tres cuadras, por la Rochdale… pero parecía que estábamos tan lejos del centro…

Me acuerdo por aquellos días que se usaban los suecos y llovió mucho, como la calle era de tierra, se me pegaron los zapatos como sopapa al piso, y termine de a poco con los zapatos, las medias en la mano y caminando hasta llegar a mi casa.

Cuando venía del centro en bicicleta con mi hijo atrás, una vez se me cruzo una liebre, yo, ignorante del centro me asusté…

La calle de la que les estoy contando se llama Colombia, porque aun mucha gente lo ignora, es la continuación de la calle Isidro Lobo, pasando Mendoza, es paralela al Canalito de los Milicos y se veía tan de chacra, con sus alamedas verdes, esa calle tan polvorienta. Aun no estaba el Canalito parquizado ni cementado.

Cuando vino el Gringo a proponer la pavimentación de esta calle Colombia, y se hizo una reunión en el Centro Comunitario una vecina lo increpó diciéndole… vamos a ir al centro todos llenos de tierra y entonces el Gringo como era guapo, contestó: “Bueno entonces pavimentaremos la calle Colombia y Surinam” Así empezó mi barrio, que era el último del exbarrio Gerli.

María Paula Paniceres Dillon

El cabaret de la San Juan

Recuerdo en mi época adolescente la fascinación que teníamos por ir al cabaret. No me enorgullezco de decirlo, pero era así, estábamos con tanta juventud y estrógenos que salíamos a ver en cuál nos aceptaban entrar a ver aunque sea el show desnudista, a pesar de la cara de pibes y los cráteres de granos (…) En esa época, había varios, pero nosotros éramos “habitués” de Karina (…) Este local estaba en la calle San Juan y Villegas, en la esquina tenía unas palmeras horribles de cemento que “adornaban” el frente y al entrar, una mezcla de vapores de alcohol y cigarrillo (…) Recuerdos de una época dorada llena de inocencia y buenos amigos…”

Orlando Coronel

Acoplados fabricados por la carpintería Bonacchi y Gómez. Exhibidos, uno de ellos en 9 de Julio entre La Pampa y Córdoba. El restante en calle La Pampa esquina 9 de Julio.

Emilio Ricardo Gómez

Mi padre, José Saiz (Chochón), era representante de los productos Sancor desde Choele Choel a Zapala, pero en realidad también abarcaba toda la zona andina: Bariloche Junín y San Martín de los Andes. En aquella época se estacionaban los camiones en la calle 9 de Julio al 300, no había pavimento y se veían los viejos alambrados que cerraban el paso precariamente a las vías del Ferrocarril.

Martín José Saiz

Recuerdos de mi infancia en las inundaciones de la ciudad por los años 70. Impresionantes imágenes de vehículos que no podían cruzar las calles y quienes lo intentaban quedaban en medio del agua. Fotos tomadas en diapositivas por mi padre, Enrique Pirri.

Marcelo Pirri

En el año 1916 llego la primer trilladora a General Roca. Su dueño fue Juan Harmsen y se estableció en el paraje Las Cañitas.

Walter Clem Harmsen