Impulsar la creatividad en tiempos de aislamiento

Docentes y alumnos se han tenido que adecuar a la nueva normalidad. En los colegios técnicos, este año, el dictado de clases ha sido un tanto particular sobre todo en las prácticas de taller.

En la actualidad todos estamos, en línea, por las redes, tanto en el trabajo como al estudio. Uno de los tantos ejemplos de esto es el Centro de Educación Técnica N° 1 de Roca donde orientaciones como mecánica o informática han logrado conectar a la gran mayoría del alumnado para que no pierda el actual ciclo lectivo 2020.

“Esto nos sorprendió a todos. Ningún colegio estaba preparado para esta situación. Nosotros lo vemos como una verdadera complicación. Tenemos un taller muy grande que, según el protocolo de Provincia, no podemos usar por la cantidad de máquinas y herramientas que tenemos, por lo del distanciamiento social. Acá se manejó mucho con la novedad, la inteligencia y propuesta de los docentes para llegar al estudiantado, incluso a lugares donde no hay internet”, comentó Adalberto Erxilape, profesor y director del CET 1. “Nos manejamos con el soporte papel para algunas clases y para otras buscamos nuevas herramientas como las plataformas gratuitas on line para llegar a los chicos”.

El año pasado, en el taller, armando parte del molino.

A lo largo de los años, la institución ha participado en eventos donde se muestra el trabajo de docentes y alumnos. “El año pasado obtuvimos premios de la provincia para un proyecto. Hicimos un molino eólico que actualmente funciona en el CET 17 de la ciudad y tenemos otro que tiene como destino Villa Regina, pero con esta pandemia no hemos podido llevarlo. El de la CET 17 sigue siendo evaluado y está funcionando”, comentó Erxilape.

Este año ha sido diferente, pero nada a cambiado a la hora de ser solidarios. Sergio Olguin, profesor de la Oficina Técnica y Metalurgia Aplicada fue uno de los impulsores del proyecto para fabricación de vinchas para protectores faciales, aprovechando la tecnología de impresoras 3D de la escuela.

Las vinchas llevan el logo del colegio impreso.

“Fue una idea y una oportunidad para trabajar con profesionales y estudiantes de la sede Roca de la Universidad Nacional de Río Negro. Como había algunos diseños de vinchas para protectores faciales, los tomamos y comenzamos a imprimirlos. Formamos un grupo de trabajo con los mismos profesores, pero divididos en turnos. Convocamos también a los CET 33 y 17 para hacer una mayor producción. Llegamos a confeccionar unas 700 vinchas. La finalidad eran los hospitales de la Provincia y después empezamos a entregar a otras instituciones como el COER (Roca), Canal 10, PAMI (para toda la provincia), Unter (para docentes que están en escuelas rurales o en comedores). Todo se hizo con donaciones y otro poco con recursos de los mismos profesores”, explicó Olguin.


El proceso de dibujo y armado en las impresoras 3D se articuló pensando en la participación de los alumnos de 6to. año. “Pensamos programar clases con los chicos de 6to. Ellos hicieron la capacitación en impresión 3D a través de Zoom porque las máquinas llegaron a fines del año pasado. Así pudieron aprender a manejar la máquina a distancia. Estos trabajos con tecnología CNC (control numérico computarizado) es fundamental para que el Técnico Mecánico tenga conocimiento e incumbencia en esa área”, destacó Olguin.

«Por otra parte los chicos del último año tienen Prácticas Profesionalizantes obligatorias. Tienen que complementar 200 horas reloj. Se hace un proyecto y se lleva a cabo durante todo el año. Desde la documentación hasta el diseño. Es como un gran trabajo práctico. Proponen los docentes y a veces los chicos, pero se trabaja en eso», explicó Erxilape.


“El ‘no puedo’ no tiene lugar en este colegio. Tenemos la suerte de haber participado de eventos a nivel nacional e internacional y de haber sorprendido gratamente a los jueces por nuestras construcciones sin tanta tecnología (como el molino eólico). La única dificultad en este momento es el lugar físico para trabajar y muchas veces es conseguir el aporte económico. Pero, gracias a la cooperadora, ex alumnos y comerciantes locales muchas veces podemos concretar proyectos que de alguna manera también vuelven a la comunidad”, comentó Mario Trofa, profesor y Jefe General de Enseñanzas Prácticas de Taller.




Durante el año 2008 surgió la propuesta de realizar viajes con los chicos de los últimos años. La idea es que los estudiantes puedan conocer cómo es el verdadero trabajo en una gran fábrica y el principal destino ha sido Córdoba.

«Comenzamos a trabajar, incluso para juntar los fondos, para poder hacer estos viajes, pero se hace desde que arranca el año escolar. Si quieren viajar tienen que cumplir con los trabajos en clase y en los talleres. Y eso va tanto para alumnos como para los docentes que acompañan. Solo en dos oportunidades no pudimos ir, bueno y este año tampoco habrá viaje», comentó el director del CET.

Quienes trabajan todo el año por este «premio» son los alumnos de 5to ya que cuando llegan a 6to trabajan con CNC y este viaje les da la posibilidad de observar como funcionan máquinas viejas y nuevas en la fabricación de todo tipo de movilidad, terrestre o aérea. «Ellos ven la diferencia. Eso les da un aporte de conocimiento para que lo apliquen. La impresora 3D nos vino muy bien porque en esos viajes hicimos la visita a una empresa de Súper TC 2000 donde, precisamente, las maquetas de los vehículos los hacen en 3D», agrega Erxilape.

«Los viajes inciden en los estudiantes. Entre otros lugares también tuvimos la posibilidad de ir al Invap en Bariloche. Son decisivos esos viajes para la elección de carrera. Sobre todo a los alumnos de mecánica. Les marca qué pueden hacer, qué es ser un Técnico Mecánico porque en la escuela no terminan de visualizar de qué se trata. Y de esta forma ven cómo es la aplicación de la carrera y después la elección si van a ser Ingenieros, Ingenieros Mecánicos, Ingenieros Electromécanicos», comenta Viviana Díaz, vice Directora turno tarde y profesora de Inglés Técnico.

Los molinos

«El proyecto molino fue desarrollado junto con la Universidad Nacional de Río Negro y como tutor de esa casa de altos estudios tuvimos al profesor Pablo Carranza, cuya función fue orientar y desorientar a los estudiantes cuando diseñaban y calculaban (haciendo preguntas cuestionadoras de los conceptos). Los molinos que se construyeron fueron dos. Uno se instaló en el CET 17 y otro se instalará en el predio que la Universidad de Río Negro tiene en Villa Regina, en el parque de energía renovable; actualmente el molino de la universidad se encuentra en el Colegio y debido a la pandemia no pudo ser instalado», comentó Graciela Pérez Serafini, Coordinadora de Prácticas Profesionalizantes de la especialidad Mecánica.

Alumnos del CET 33 realizaron la base donde se apoyó el molino.

La plataforma o base de cemento donde se colocó el molino fue hecha por los estudiantes del CET 33, bajo la supervisión de la profesora y Técnica en Construcción, Sahamara Cortijo que además consiguió la donación del hormigón con el traslado inclusive. «De este proyecto también participaron exalumnos, ahora ingenieros Rubilar y Montupil quienes hicieron cálculos ingeniería para la base, pasados incluso por el Consejo de Ingeniería», concluyó Serafini.

Una vez seco el hormigón se procedió a colocar la estructura del molino.

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