Investigan en Rincón la desaparición de un ex ypefiano

RINCON DE LOS SAUCES (ARS).- Las investigaciones en las causas por los desaparecidos durante la última dictadura eran, para esta localidad, sólo historias que se podían conocer por los medios de comunicación. Mientras, la vida petrolera de la ciudad, continuaba sin sobresaltos.

Pero en los últimos días, muchos rinconenses tomaron con sorpresa que en esta alejada localidad del norte neuquino también ocurrieron secuestros y desapariciones.

El 30 de setiembre de 1977, un empleado de la entonces estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales fue «levantado» por militares que llegaron en avión y trasladado al batallón 161 de Neuquén.

Se trata de Manuel Jesús Gonzáles, que en ese entonces se desempeñaba en el comedor de YPF, lugar de trabajo en el que, según especulan, era conocido por un gran número de personas que se desempeñaba en la misma empresa.

En la fecha antes mencionada, un avión no identificado pidió aproximación al aeropuerto de Rincón, pero cuando el controlador en tierra solicitó identificación y plan de vuelo, el piloto sólo respondió que se trataba de una cuestión oficial.

De la aeronave bajó una cantidad no especificada de militares, que se dirigieron directamente al comedor de YPF y preguntaron por Manuel Gonzáles.

Al identificarse como la persona que estaban buscando, lo arrestaron y lo subieron al avión sin mayores explicaciones a quienes estaban a cargo del departamento de personal de la compañía.

Miembros de la Asamblea de Derechos Humanos de Neuquén y de las Madres de desaparecidos, buscan aquí detalles de lo ocurrido y pidieron a quienes conocían a Manuel que acerquen información.

Los organismos de derechos humanos se movilizaron por la denuncia de un miembro de la familia de Gonzáles.

Según se supo, los legajos de las personas que trabajaron en la misma época y lugar que el desaparecido, únicamente los puede proporcionar la empresa, ahora de capitales españoles.

Ex ypefianos consultados por «Río Negro», coinciden que «en Rincón, sólo un puñado de personas queda de los antiguos operarios de YPF. La mayoría vive en otras ciudades», dijeron.