Junín de los Andes, una mezcla perfecta de aventura, tradición y lo originario

Lo criollo y lo originario se unen en Junín de los Andes con el volcán Lanín de testigo. Aquí, en 1883, los militares de la Campaña del Desierto instalaron un fortín y pusieron la piedra de toque del pintoresco lugar reconocido como el pueblo más antiguo del Neuquén.

El turismo religioso cobra fuerza en esta zona. El Santuario Nuestra Señora de las Nieves y Beata Laura Vicuña, guarda los restos del Padre Milanesio quien bautizó a Ceferino Namuncurá y la Niña Santa, que vivió en el lugar a principios del siglo XX.

Es casi una obligación ir al Vía Christi, una obra en las laderas del Cerro de la Cruz que enorgullece al pueblo. Se trata de un recorrido de dos kilómetros concebido con la intención del encuentro del evangelio con la cultura mapuche. Se puede hacer solo, pero el recorrido con guías, conviene para entender detalles de la cultura local.

El sendero plantea un hermoso paseo, pero también una caminata que se hace más exigente en el último tramo que conduce hasta la obra del Cristo Luz un destello de creatividad artística emocionante.

Pero no todo es religión. También se puede hacer mountain bike por el paisaje andino, trekking y viajar para participar de las fiestas de la Sociedad Rural. A su vez, extendido a orillas del cristalino Chimehuin este pueblo ofrece hacer una flotada de pesca o de paseo.

Las truchas sembradas en 1904 atraen a miles de turistas. Río abajo el Chimehuin, de una belleza verde y transparente, con algunos rápidos ideales para hacer rafting da miles de ejemplares de truchas arcoíris y marrones que salen y vuelven, al agua.

Otro de los paseos clásicos de Junín es el lago Huechulafquen, del que nace el río. Siguiendo el lado norte del lago, el camino deja ver corrales con ovejas, alguna que otra vaca, casas de pobladores, bosques y praderas por donde corren conejos de color té con leche.

Un par de kilómetros y se llega a Puerto Canoa, desde donde una embarcación recorre los lagos Huechulafquen y Epulafquen. Al volver a tierra hay una construcción inusual: la capilla María Auxiliadora del Paimún, blanca y pequeña. Diseñada por un capellán de la Gendarmería, es una conjunción de elementos: tallas austríacas de madera, un altar de ciprés patagónico, los vitraux del techo con imágenes de El señor de los Anillos, la componen.

La Ruta 60 es el camino a lo imperdible. Conecta con el lago Tromen, el volcán Lanín y el Paso Internacional Mamuil Mal por el que se llega a Chile.

Después de transitar 40 km desde el puente del río Malleo se llega al lago Tromen. En esta área hay una sola zona de acampe que no posee ningún servicio. Solo cuenta con fogones, 13 de ellos en el área que se encuentra próxima a la ruta.

Si la idea es hacer cumbre en el volcán Lanín de 3376 m, se debe tener el equipo adecuado y se recomienda a aquellas personas que tienen poca experiencia realizar la actividad con un guía.