Jurado popular para los acusados de matar a Rodrigo Gallardo

Judiciales neuquinas

NEUQUÉN (AN).- Un jurado popular compuesto por doce vecinos y vecinas de la zona será el encargado de definir si Matías Jaramillo Burgos y Gabriel Montecino fueron los autores de los dos disparos que terminaron con la vida de Rodrigo Gallardo, el 20 de agosto del año pasado, cuando su casa fue atacada y los tiros ingresaron por la ventana de su dormitorio.

Así se dispuso ayer en la audiencia de control de acusación en la que el juez Mauricio Zabala dispuso la apertura del juicio oral. El magistrado también resolvió que los dos jóvenes llegarán acusados del delito de homicidio calificado por el uso de arma de fuego, en carácter de coautores.

La calificación legal fue la planteada por la funcionaria de la fiscalía de Delitos Violentos contra las Personas, Eugenia Titanti, con la adhesión del querellante por la familia Gallardo, Marcelo Hertzriken Velasco.

El juicio por jurados, que se realizaría recién el año entrante, contará con 44 testigos, de los cuales 28 corresponderán a la fiscalía y la querella y 16 a la defensa que está integrada por Laura Plaza y Alejandro Bustamante y .

Los defensores insistieron ayer en que Jaramillo Burgos y Montecino sean acusados del delito de homicidio simple, dado que remarcaron que la balacera en contra de la vivienda de Ruca Choroi y Cipolletti, del barrio Villa Ceferino, se dio en el marco de una pelea entre las bandas de los Jaramillo y los hijos de la familia Gallardo.

La madre del niño asesinado, Jenny Vejar, dijo que “espero que el jurado entienda que el contexto no importa y que acá lo que pedimos es justicia por la muerte de mi hijo, porque es un nene de 11 años que mataron en su casa cuando estaba mirando televisión”.

Luego de permanecer sentada durante la audiencia a apenas dos metros de los acusados agregó: “podría pensar en matarlos, pero no quiero hacer justicia por mano propia. Quiero que estos chicos paguen por lo que hicieron”.

El 20 de agosto pasado Rodrigo estaba en su casa cuando llegaron cuatro jóvenes. Según testigos uno de los acusados conducía una moto y el otro disparó al menos siete veces.

Dos de esos disparos ingresaron por la ventana del dormitorio del primer piso en donde Rodrigo miraba televisión y le dieron de lleno en la cabeza. El chico permaneció dos semanas en coma y finalmente falleció el 3 de septiembre.