Caso Rafael Nahuel: piden trasladar el debate a Bariloche y que «los asesinos den la cara»

Durante un cuarto intermedio, los padres de la víctima y el abogado Rubén Marigo brindaron una conferencia de prensa. Esperan la respuesta del Tribunal Oral Federal (TOF) para trasladar el proceso a Bariloche.

En medio de un cuarto intermedio en el juicio que se realiza a cinco efectivos del grupo Albatros por la muerte del joven mapuche, Rafael Nahuel, los padres, abogados y organizaciones sociales solicitaron al Tribunal Oral Federal (TOF) que el debate se traslade a San Carlos de Bariloche y que los imputados «den la cara».

«Estamos mal porque en realidad queremos tenerlos frente a frente, así como le quitaron la vida a mi hijo», sostuvo al comienzo de la conferencia de prensa realizada en las puertas de los tribunales federales, Alejandro Nahuel, papá de Rafael, quien rechazó la teoría de que su hijo estuviera armado cuando fue ultimado por los efectivos.

«Que den la cara los Albatros asesinos», fue el pedido de Graciela, madre de Rafael, quien también llegó temprano a los tribunales de Roca para asistir al inicio del proceso por la muerte del joven mapuche.

En tanto que el abogado Rubén Marigo, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Bariloche, expresó que todavía no saben qué va a pasar con el juicio o cuál es la respuesta de la Justicia Federal ante el requerimiento de que el proceso se traslade a Bariloche.

«Si queremos un juicio oral y público en serio para que ustedes conozcan lo que pasó. Acá no hubo un enfrentamiento, hubo un asesinato por la espalda de Rafa Nahuel y heridas de dos compañeros más. Tenemos que romper con este sistema que plantea la fiscalía sobre un enfrentamiento. 130 proyectiles encontrados en el lugar del hecho lo demuestran», dijo el abogado de la familia Nahuel.

Marigo sostuvo que en la causa no hubo ni un solo herido y ni una sola bala que no pertenezca a los prefectos (del grupo Albatros). «Hoy hemos planteado que el traslado de sus padres aquí, significa una clara limitación de acceso a la Justicia. Lo hemos planteado porque no tienen los medios económicos ni sociales para venir, es un sacrificio trasladarse todos los días. Más aún cuando las audiencias se pasaron a dos por semana, lo que significa que no solo se alarga el juicio sino también nuestros gastos y estadías«, dijo Marigo.

El representante de la familia Nahuel sostuvo que lo importante es que con los testimonios de «los compañeros que estuvieron allí vamos a comprobar que no fue enfrentamiento».

«Nosotros no queremos que terminen declarando a través de medios visuales como lo están haciendo los asesinos, primero porque los compañeros no tienen computadora, ni teléfonos y tienen el derecho de verle la cara a los asesinos. Es la única forma de respetarlo para nosotros, como lo hemos planteado por tercera vez es que este juicio se haga en San Carlos de Bariloche donde viven los testigos, donde vivía Rafa y donde realmente se debería decidir», comentó el abogado.

Y sobre este punto aclaró que es más fácil que tres jueces se trasladen a Bariloche y no que la familia viaje todas las semanas a Roca. «Y así garantizar el derecho a la justicia. Lo que le cuesta a ellos venir hasta acá es violar su derecho. En este juicio no se garantiza el derecho a las victimas. Nuestro primer deseo es que los acusados estén acá y el segundo es que esto se haga en Bariloche. Acá hubo un asesinato a mansalva por la espalda, de Rafael Nahuel en una cacería cuando estaba escapando para arriba del cerro y en ese mismo acto fueron heridos Johana y Coña», sostuvo.

«Fue una cacería»

Mariano Przybylski, Director Nacional de políticas contra la violencia institucional -que depende de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación- también estuvo en el juicio y expresó que esperan que este proceso sea «justo» y que «no haya impunidad».

«Esa es la única manera que no haya más casos como estos«, dijo el funcionario, quien aseguró que es la ausencia de los efectivos del grupo Albatros no resulta una buena noticia dentro del proceso que se lleva adelante. Y se manifestó a favor de que los cinco uniformados estén presentes en el proceso.

Para el Przybylski, está claro que el día de los hechos hubo una «cacería». «Había una orden por una presunta usurpación para preservar ese lote. Allí empezaron a subir (montaña arriba) en una cacería contra los miembros de la comunidad que no estaban usurpando ese terreno», dijo el funcionario.

Y destacó que eran cinco prefectos «altamente profesionalizados». «Era una grupo de élite. Se constató en la instrucción que fueron 130 balas de plomo las que utilizaron, eso significa que tenían intención de matar», sostuvo.


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