La durmió con una medicación e intentó cometer un femicidio en Neuquén

La fiscalía sostuvo que el acusado compró un inductor del sueño y se lo dio a su expareja en el mate. Ya indefensa, la atacó.

Walter Zanotti fue a una farmacia y pidió «unas gotitas para dormir». La empleada le dijo que ese tipo de medicación se suministraba bajo receta y le ofreció Melatol, que es un inductor del sueño y sedante de venta libre. Las cámaras de seguridad registraron cuando ingresó al comercio y parte de la conversación. Once días después introdujo los comprimidos en el mate que le ofreció a su expareja. Ya adormecida e indefensa intentó asfixiarla con una musculosa embebida en alcohol, la golpeó, incendió un auto con el fin de que tomara la casa y se fugó.

Se entregó el 11 de julio de 2023. Al día siguiente la fiscalía de Neuquén le formuló cargos por intentar asesinar a la mujer y también a su hijo de seis años, que se encontraba en la vivienda.

Hoy la fiscal María Eugenia Titanti sumó un agravante: la alevosía.

Le explicó al juez de Garantías, Raúl Aufranc, que a la sobreviviente del intento de femicidio le llamó la atención que el día del ataque le agarrara repentinamente sueño. También que su hijo estuviese dormido tan temprano. Limpiando su casa encontró la caja de la medicación con la factura. La entregó en la fiscalía, y así fue como llegaron al local, a las cámaras y a la empleada.

La hipótesis de Titanti es que el acusado adormeció no sólo a la mujer sino a su hijo. Fue el único momento de la audiencia en que Zanotti negó con la cabeza.

Esta reformulación de cargos no modifica los plazos ni de investigación -fijado en cuatro meses- ni de la detención- establecida en ocho.

«No tengo nada para observar», respondió el defensor Marcelo Sterz, que siguió la audiencia por Zoom.

De esta forma Zanotti quedó imputado por el delito de homicidio cuádruplemente agravado: por haber mantenido una relación de pareja con la víctima, por alevosía, por femicidio y por haber sido causado por un medio idóneo para causar un peligro común (el fuego), en grado de tentativa, en concurso real con homicidio agravado por el vínculo y por haber sido provocado por un medio idóneo en grado de tentativa, en relación a su hijo.

Aufranc le preguntó al hombre si tenía algo que agregar. Se produjo un silencio. El imputado se acercó al micrófono y aseguró: «simplemente que amo a mi hijo y jamás le haría nada». No hizo ninguna mención a su expareja.

Según la evidencia con la que cuenta la fiscalía el acusado ejercía violencia de género contra la mujer: la insultaba, la descalificaba, la celaba y la sometía sexualmente. El 3 de julio de 2023, entre las 18.30 y las 20.30, ella se fue a recostar a su cama porque comenzó a sentir sueño. Estaban separados pero aún convivían. Fue entonces que él intentó asfixiarla, mientras le decía que se había comprado ropa interior que «seguramente iba a usar con el otro».

La mujer se resistió, él la golpeó contra los caños de la cama y en ese contexto ingresó su hijo y le pidió que por favor se detuviera. Zanotti se fue. Ella y el niño se encerraron en la habitación. Él abrió las perillas de gas del horno y las hornallas. Salió de la casa y prendió fuego el auto que estaba en el garaje. Ambos debieron ser asistidos por la policía y bomberos ya que el humo entró a la vivienda, y la ventana tenía rejas.

La audiencia fue la última que realizó Titanti junto al asistente letrado Bruno Miciullo, que dejarán la fiscalía de Homicidios y pasarán a integrar la de Género y Delitos Sexuales, de acuerdo a una profunda reorganización dispuesta por José Gerez.


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