Los días de Máximo Thomsen en la cárcel: pelea con sus amigos y acercamiento a la religión
El joven es uno de los condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa. Los demás rugbiers lo señalaron como culpable y están distanciados.
Thomsen ya recibía asistencia en el Penal de Melchor Romero, donde estuvo preso antes del juicio. (Foto Télam)
Máximo Thomsen fue uno de los cinco condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa (los otros tres implicados recibieron 15 años), brutalmente golpeado hasta la muerte en Villa Gesell hace 3 años. A pesar de no ser el único, es señalado como el principal agresor.
En los últimos días, el grupo de rugbiers se distanció y Thomsen fue señalado por sus amigos como el culpable de que el juicio haya terminado de esa manera.
Todo habría terminado en un enfrentamiento a golpes en el patio del penal de Melchor Romero. Los condenados por este caso no comparten espacio con otros reclusos y solo lo hacen entre ellos.
Matías Benicelli y Ciro Pertossi fueron los que se enfrentaron a Thomsen. Además de buscarlo para golpearlo también le habrían gritado: «Nos hundiste». Se espera que sean transferidos a otro penal.
A través de una carta, Thomsen expresó “que siente claustrofobia y que lo disculpen”, en referencia a su comportamiento violento dentro de la celda, donde habría pateado en reiteradas ocasiones el inodoro en medio de ataques de ira.
El joven se refugió en la religión con múltiples encuentros con un pastor y el pedido de una Biblia. Las autoridades penitenciarias siguen de cerca a todos los condenados por temor a que se lastimen a sí mismos.
El grupo de los ocho rugbiers se mantuvo unido en los tres años desde el crimen hasta el juicio pero luego de las condenas algunos se distanciaron y ya piensan en la estrategia para bajar la pena en la apelación.
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