La salud mental de Máximo Thomsen: los síntomas que preocupan a las autoridades carcelarias
El joven rugbier de Zárate, uno de los principales acusados de la muerte de Fernando Báez Sosa, presenta un comportamiento que es seguido de cerca por las autoridad del penal de Melchor Romero.
Máximo Thomsen (centro) fue condenado a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa.
Máximo Thomsen sufre un cuadro mental preocupante para las autoridades de la Alcaldía de Melchor Romero. El joven rugbier de Zárate, ahora condenado a perpetua por la muerte de Fernando Báez Sosa, presenta síntomas que mantienen en alerta a las autoridades del penal donde está alojado.
Thomsen fue marcado durante todo el juicio como uno de los rugbiers más violentos que atacaron al joven que murió en Villa Gesell producto de la agresión de los ocho condenados.
El joven presentaría angustia y síntomas asociados a la depresión. En una nota de puño y letra, el rugbier escribió hace unos días: “que siente claustrofobia y que lo disculpen”, porque había estado pegando patadas en el buzón, nombre que se usa para llamar a la celda actual.
Se calmó tras pedir ser visitado por un pastor y una Biblia como material de lectura. Vale recordar que el joven se desmayó en los Tribunales de Dolores al escuchar que su condena era reclusión perpetua, algo que aún intenta procesar.
Tras asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa, Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21) recibieron prisión perpetua. Mientras que Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (23) les dieron 15 años de reclusión.
Las familias de los rugbiers tantean a un mediático abogado
Entonces, las familias de los ex deportistas condenados a perpetua y a 15 años de cárcel, hicieron una consulta con nada menos que el mediático Miguel Ángel Pierri.
El abogado, reconocido por causas mediáticas como defender al femicida Jorge Mangeri o al mismísimo expresidente Carlos Menem, confirmó que estuvo reunido con los familiares de Blass Cinalli, condenado a 15 años. La idea de la familia de este joven es apelar la sentencia y poder sacarlo antes de la cárcel.
«A mi estudio se acercaron en consulta tres allegados de ellos que están condenados en el caso Fernando, me hicieron conocer la inquietud, yo les hice conocer las condiciones profesionales y económicas, luego tuvimos un segundo contacto el martes«, confirmó Pierri.
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