Por molestar a vecinos con su ruidosa moto, un juez de Río Negro le ordenó cambiar el caño de escape
Un motociclista fue sancionado en Coronel Belisle por circular con escape libre. El juez le ordenó cambiarlo por uno reglamentario para evitar reincidencias y futuras sanciones.
El ruido de su moto terminó en una orden judicial en Río Negro.
En una ciudad de Río Negro, la tranquilidad veía alterada por el sonido estridente de una motocicleta. El conductor ya había sido detenido por la Policía tras múltiples quejas vecinales. Sin embargo, la última novedad fue que terminó siendo citado por el Juzgado de Paz de Belisle. Lo que siguió fue una decisión judicial que busca proteger la convivencia.
El motociclista, acusado de circular con un escape adulterado, reconoció su responsabilidad y aceptó la falta. El juez de Paz no sólo le impuso una sanción, sino que le ordenó reemplazar el escape libre por uno reglamentario, destacando la importancia de evitar la reincidencia.
Una infracción que afecta a todos
El caso fue encuadrado en el artículo 49 del Código Contravencional, que sanciona los ruidos molestos que perturban el reposo y la vida cotidiana de las personas. En la resolución, el juez destacó que “el accionar del imputado merece una sanción que considere especialmente la modalidad de la falta y el riesgo generado para terceros”.
Además, el fallo dejó asentado que las modificaciones en los escapes no sólo afectan el sonido, sino que aumentan la emisión de gases contaminantes. Estas alteraciones, explicó el juez, dañan el medio ambiente y vulneran derechos básicos como el descanso y la salud.
Una medida para reparar y prevenir
El cambio del caño de escape fue considerado una forma de “reparación integral”, que permite al infractor tomar conciencia de la gravedad del hecho. Según la resolución, esta medida persigue un fin educativo y preventivo: evitar que otros motociclistas incurran en la misma conducta.
Finalmente, el juez advirtió que si el conductor reincide en la infracción, podrá ser sancionado con otras penas contravencionales más severas. Entre ellas, se contempla la inhabilitación para conducir, multas económicas e incluso abordaje interdisciplinario.
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