Secta rusa en Bariloche: imputan a las mujeres detenidas en Neuquén y el líder de la organización seguirá preso
Las ciudadanas rusas quedaron formalizadas por integrar una red criminal dedicada a la explotación sexual y la reducción a la servidumbre. Konstantin Rudnev deberá volver a la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal, en Rawson.
Dos mujeres rusas fueron formalmente imputadas en San Carlos de Bariloche por integrar una organización criminal dedicada a la explotación sexual y la reducción a la servidumbre. La causa es llevada adelante por la Sede Fiscal Descentralizada de esa ciudad, bajo la dirección del fiscal general Fernando Arrigo y los auxiliares fiscales Gustavo Revora y Tomás Labal. Según la acusación, ambas habrían participado en la captación en Rusia de una joven de 22 años, quien fue trasladada a la Argentina y dio a luz a un bebé el pasado 21 de marzo en un hospital local.
La audiencia de formalización, que se extendió desde el jueves pasado hasta ayer, estuvo a cargo del juez de Garantías Gustavo Zapata. En esa instancia, la fiscalía sostuvo que las imputadas —identificadas por sus iniciales D.Z. y N.P.— formaban parte de una red conformada por otros 21 acusados. De acuerdo con la hipótesis de la investigación, la organización operaba bajo la fachada de un espacio espiritual y de práctica de yoga para captar, trasladar y someter a mujeres con fines de explotación sexual.
Las dos mujeres fueron demoradas en una hostería de Neuquén
Los fiscales describieron que las dos acusadas se habrían aprovechado de la extrema vulnerabilidad de la víctima, utilizando mecanismos de coerción y engaño. El juez Zapata decidió mantener la retención de sus pasaportes y la prohibición de salida del país, medida que ya había sido dispuesta cuando ambas fueron demoradas tras la denuncia del propietario de una hostería ubicada en Avenida Argentina 1298 de Neuquén capital, donde se alojaban.
En aquella oportunidad, como lo contó Diario RÍO NEGRO, durante el procedimiento, las autoridades secuestraron computadoras, teléfonos celulares y prendas de carácter erótico. Si bien las mujeres recuperaron su libertad poco después, la fiscalía continuó con la investigación y, al reunir nuevos elementos que las vinculaban con la organización, decidió avanzar en la imputación formal.

La causa cuenta con la colaboración técnica de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), que logró extraer información clave de los dispositivos electrónicos secuestrados. Ese análisis permitió establecer comunicaciones y vínculos directos entre las imputadas y otros miembros del grupo criminal.
El juez dispuso también la extensión del plazo de investigación hasta el 3 de abril de 2026. Con esta medida, el Ministerio Público tendrá más tiempo para profundizar en los lazos internacionales de la red y determinar la responsabilidad individual de los involucrados.
Revierten la prisión domiciliaria de Konstantin Rudnev
Paralelamente, la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca hizo lugar al recurso presentado por la fiscalía contra la decisión del juez Zapata de otorgar prisión domiciliaria al principal acusado, el ciudadano ruso Konstantin Rudnev. El tribunal revocó la medida y confirmó la prisión preventiva inicial, por lo que el imputado continuará detenido en la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal, en Rawson, provincia de Chubut.
El caso se originó tras la denuncia del personal médico de un hospital de Bariloche, quienes detectaron que una joven embarazada de nacionalidad rusa se encontraba en situación de sometimiento por parte de sus acompañantes. Los profesionales también informaron que una de esas mujeres intentó alterar la partida de nacimiento del recién nacido para inscribirlo como hijo del presunto líder de la organización.

A partir de esa denuncia, la fiscalía impulsó varios allanamientos en viviendas alquiladas por el grupo. En los operativos se hallaron ventanas cubiertas, colchones dispuestos en el piso, ropa erótica y pelucas, elementos que reforzaron la hipótesis de explotación. Además, los investigadores determinaron que algunos de los implicados planeaban abandonar el país, motivo por el cual se concretaron detenciones en los aeropuertos de Bariloche y de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante su arresto, Rudnev intentó autolesionarse en el cuello con una hoja de afeitar, pero fue reducido rápidamente por los efectivos policiales.
Días más tarde, y tras nuevas denuncias en Neuquén, fueron demoradas, quienes ahora permanecen imputadas en la misma causa.
Según expuso el fiscal Arrigo en audiencias previas, el líder de la organización habría intentado obtener la nacionalidad argentina mediante el hijo de la víctima, con el fin de solicitar luego la residencia brasileña y consolidar la estructura de la red en ambos países. Rudnev, señalado como el fundador de una secta creada en Rusia en la década del ’90, cuenta con una condena de 11 años por abuso sexual y un pedido de comparendo vigente en Montenegro desde octubre de 2024.
De acuerdo con los registros de la Dirección Nacional de Migraciones, tanto él como otros integrantes del grupo ingresaron al país en octubre del año pasado. Los investigadores sostienen que la organización buscaba establecer una base en Sudamérica, bajo la apariencia de una comunidad espiritual, para continuar con sus actividades de captación y explotación de mujeres.
Dos mujeres rusas fueron formalmente imputadas en San Carlos de Bariloche por integrar una organización criminal dedicada a la explotación sexual y la reducción a la servidumbre. La causa es llevada adelante por la Sede Fiscal Descentralizada de esa ciudad, bajo la dirección del fiscal general Fernando Arrigo y los auxiliares fiscales Gustavo Revora y Tomás Labal. Según la acusación, ambas habrían participado en la captación en Rusia de una joven de 22 años, quien fue trasladada a la Argentina y dio a luz a un bebé el pasado 21 de marzo en un hospital local.
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