Secuestraron una 4×4 por destruir hielo y bosque en el área protegida Batea Mahuida de Neuquén

El hielo crujió bajo el peso de las camionetas mientras giraban en círculos sobre la laguna Corazón. No era una exhibición deportiva ni una maniobra de emergencia: se trataba de un acto de vandalismo ambiental en una de las zonas más delicadas del ecosistema de Neuquén. La escena, grabada y viralizada en redes sociales, generó indignación en Villa Pehuenia y encendió las alarmas en la Justicia.

A raíz de una denuncia presentada por la subsecretaría de Gestión Ambiental de la municipalidad, el Ministerio Público Fiscal (MPF) inició una investigación que derivó en el secuestro de una de las camionetas involucradas, una Toyota Hilux, tras un allanamiento en una vivienda de la ciudad de Neuquén. El conductor fue notificado de que está siendo investigado por el supuesto delito de daño agravado contra bienes de uso público.

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La investigación que terminó en secuestro

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La fiscalía de Delitos Ambientales y Leyes Especiales, en conjunto con la división policial especializada en la temática, avanzó con el procedimiento luego de identificar el vehículo a partir de las imágenes difundidas. La camioneta estaba siendo modificada en su carrocería al momento del allanamiento, lo que hizo suponer un intento de ocultamiento. Así lo indicó la asistente letrada de la fiscalía, Julieta González.

Pero lo más grave no fue el escándalo viral: las camionetas atravesaron caminos no habilitados y accedieron a un sector de altísima sensibilidad ecológica. La laguna Corazón, situada en el Área Natural Protegida Batea Mahuida, es hábitat de especies endémicas de anfibios, peces, algas y cianobacterias, que cumplen un rol fundamental en el equilibrio del ecosistema. Según la denuncia, el ruido y la vibración de los motores provocaron alteraciones en estos organismos sensibles al sonido.

Además, los daños también alcanzaron al bosque circundante. Se detectaron afectaciones a ejemplares de araucaria araucana, una especie protegida por la Ley Provincial 1890/91, que prohíbe su tala, poda o daño sin autorización previa. La zona se encuentra categorizada como de conservación prioritaria (Categoría I – rojo) según la Ley 2780 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.

Las prácticas registradas no solo constituyen una violación directa a la normativa ambiental vigente, sino que también representan un ataque al corazón de la biodiversidad andino-patagónica. Desde el MPF se trabaja ahora para identificar al conductor de la segunda camioneta que participó del hecho, con el fin de notificarlo formalmente de su condición de imputado en la causa.

El acto irresponsable que desató esta investigación no fue una simple travesura. Puso en riesgo no solo un ecosistema único, sino también el vínculo histórico entre la comunidad local y sus bosques, una relación basada en el respeto, el cuidado y la convivencia con la naturaleza. La Justicia deberá ahora determinar la magnitud de los daños y la responsabilidad penal de los implicados.