Kirchner culpó a la devaluación que hizo Duhalde

El presidente Néstor Kirchner le pegó ayer a su antecesor, Eduardo Duhalde, en uno de los flancos más sensible de su gestión, la devaluación de la moneda, al criticar en público la forma «poco prolija» en que se salió de la convertibilidad.

En un intento por defenderse de los cuestionamientos hacia su gobierno por la actual crisis energética, el Presidente no tuvo reparos en echar la culpa a la administración Duhalde: si existe un retraso tarifario que perjudica al sector, afirmó, «es porque hubo una devaluación que se hizo en forma poco prolija».

Kirchner calificó, por lo tanto, de un acto de «reduccionismo político e institucional» culpar a su Gobierno por la crisis energética e insistió en que a ella «se llegó no por la responsabilidad de un gobierno que está hace diez meses». «

Si hay problemas de tarifas es porque hubo una devaluación que se hizo en forma poco prolija», afirmó.

El Presidente sostuvo que el hecho de no haber producido «una salida gradual de la convertibilidad» generó «un cúmulo de problemas» que la Argentina debe afrontar en la actualidad.

La réplica no tardó en llegar, aunque no de boca de Duhalde sino de su entonces jefe de Gabinete, el actual diputado Alfredo Atanasof. «Las decisiones políticas no se pueden analizar en abstracto, sino en el contexto histórico en que fueron tomadas», respondió el legislador.

Pero la referencia de Kirchner no parece casual, ya que se produce días después de que Duhalde afirmara que la Argentina «no es todavía un país confiable», ni al que le va «tan bien como muchos creen».

También se notó tirantez en la relación cuando el ex gobernador bonaerense y su esposa, la diputada Hilda «Chiche» González, defendieron al ex presidente Carlos Menem, que por estos días afronta varios procesos judiciales.

«Mea culpa»

En un acto que encabezó en el salón Blanco de la Casa Rosada, donde se anunció la creación de fondos fiduciarios para la ampliación del sistema de distribución y transporte de gas, Kirchner también pidió un «mea culpa» de todos los sectores, políticos y empresarios, por la crisis.

En una entrevista publicada ayer por la Revista Debate, el presidente cuestionó el «proceso traumático» que significó la salida de la convertibilidad, de la que «se podría haber salido -dijo- de otra forma».

«Es muy difícil ir armonizando en la nueva Argentina, porque todavía no se completó la salida de la devaluación. Fue tan brusca y tan fuerte -continuó, en la entrevista-, seguramente con la mejor de las intenciones, pero se tendría que haber hecho con mecanismos más graduales que nos hubieran permitido tener otro esquema de negociación y otra salida».

Ayer, en la Casa de Gobierno, Kirchner reclamó también a los empresarios que «inviertan más», al responsabilizarlos por años de desinversión que llevaron al país a sufrir actualmente problema de suministro de energía.

«Me parece que grupos empresarios que pagan 2.600 millones de pesos de impuesto a las ganancias por lo bien que les ha ido tendrían que haber invertido mucho más en la Argentina y van a tener que invertir mucho más en la Argentina», enfatizó el primer mandatario.

El Presidente admitió que la pesificación de las tarifas produjo «una pérdida de rentabilidad empresaria entendible, que se debe conversar».

El mandatario pidió una discusión «seria y racional» sobre la crisis energética y sostuvo que «no es cierto» que atendiendo las tarifas, como reclaman los empresarios, «hubiéramos tenido más volumen» que garantizara el suministro de energía.

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