Kirchner no fue arrastrado por el costo político de Cromagnon

BUENOS AIRES (ABA)- La tragedia de República Cromagnon perjudicará políticamente al jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, pero no arrastrará con él al presidente Néstor Kirchner, según coincidieron reconocidos analistas políticos consultados por «Río Negro».

Además, los especialistas remarcan la eficaz estrategia del Gobierno Nacional ante el conflicto aunque no todos están de acuerdo con la forma en que actuó el titular del Poder Ejecutivo. «Lo sucedido en Cromagnon no afecta para nada la imagen de Kirchner. En nuestras encuestas de hace un mes tenía un 60 por ciento de aceptación. Luego de la tragedia, en enero, la encuesta arrojó un 65 por ciento de imagen positiva», señaló Eduardo Fidanza, de Catterberg y Asociados. En la misma línea, el analista Jorge Giacobbe, agregó que «es tan impactante y brutal el desastre en sí mismo que la gente no se ha puesto a pensar en sus consecuencias. Todavía es muy pronto para que aparezcan las relaciones indirectas de todo esto».

Por su parte, Rosendo Fraga apuntó que «si bien el Gobierno logró circunscribir el costo político de la tragedia a Ibarra, le ha quedado un escenario electoral adverso en la Capital. Y allí está su problema a resolver», observó el Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

Así como los analistas consultados estuvieron de acuerdo en que la imagen de Kirchner se mantiene intacta, también coincidieron en que el horizonte político de Ibarra aparece recortado. En las encuestas de Catterberg y Asociados su aceptación cayó –de diciembre a enero- desde un 41% a un 25%. «Ibarra salió severamente afectado. Como instancia política en la ciudad de Buenos Aires desapareció de escena», es la lectura política de Fidanza. «Después de dos mandatos, previo al desastre de Once, Ibarra aspiraba a ser vicepresidente. Desde ese punto de vista, es un competidor menos», afirmó uno de los titulares de Catterberg.

En la misma sintonía, Giacobbe lo graficó a su manera: «Ibarra se veía vicepresidente de Kirchner en el 2007 pero me parece que hoy Kirchner está muy interesado en que Ibarra no sea amigo de él».

Rosendo Fraga remarcó que una derrota del oficialismo nacional en el distrito porteño no es un hecho nuevo en la política argentina. «Pero a veces puede anunciar un cambio de tendencia nacional y sobre todo puede expresar el humor político de los sectores medios, a los cuales Kirchner ha tratado de cortejar», analizó Fraga.

Tras los 191 muertos en Once, Kirchner estuvo recluido en Santa Cruz y la sociedad argentina aguardaba su aparición. Si bien los especialistas remarcan que Ibarra fue claramente asistido con la inclusión de Juan José Alvarez en el área de seguridad, la estrategia del gobierno fue analizada de maneras diferentes por los especialistas. «Lo que hizo Kirchner no es correcto. Creo que debería aprender que es el jefe del Estado, y tiene que proceder según las formas usuales. Una vez más actuó a su modo, que no es amable. Y después dio explicaciones que no son tampoco aceptables», observó Fidanza. Mientras que Giacobbe señaló que el Gobierno «esperó a ver cómo se movían las cosas. Y luego prosiguió como lo hace habitualmente: el discurso es una cosa, donde habla de que todas las responsabilidades deberán ser pagadas, y en la práctica es otra, donde inmediatamente acordó con Duhalde sostener a Ibarra de cualquier manera».

Nota asociada: TRAGEDIA EN EL BOLICHE: Ofensiva de allegados de Chabán contra Callejeros  

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