La Antártida

Nunca más adecuado el título de “Historias bajo cero” para referirse al continente más frío e inhóspito de la tierra. En el siglo XIX, las primeras expediciones científicas alcanzaron las costas heladas de “Antártica” (del griego anti, contra y arkie osa, por estar situada en el hemisferio contrario de la constelación de la Osa Mayor), pero en castellano en contraste con otras lenguas, se ha impuesto la denominación deformada “Antártida” debido a su similitud con la “Atlántida”. A diferencia del Polo Norte que es mar congelado, la Antártida es un verdadero continente con una superficie de unos 14.200.000 km², incluidas las barreras de hielo e islas próximas, que se encuentran situadas en torno al Polo Sur. El continente tiene forma redondeada y está rodeado por el océano glacial Antártico, antiguamente conocido como “los mares del sur”. Casi todo el territorio se halla cubierto por un enorme casquete polar de dos mil metros de espesor medio, con un volumen de treinta millones de kilómetros cúbicos, lo que constituye el noventa por ciento de los hielos terrestres. Del casquete emergen montañas y volcanes en actividad. La mayor parte de la Antártida se encuentra dominada por un clima extremadamente frío y seco, con temperaturas inferiores a 0º. La amplitud térmica anual en zonas altas del interior, oscilan entre los -70° en los meses invernales, con mínimas que se aproximan a los -90° y los -20° en verano. En las costas las temperaturas oscilan entre los -30° en invierno y los 0° en verano. La larga noche invernal, ocasionada por la inclinación del eje de la tierra y la fuerte pérdida de calor causada por la ausencia de humedad de la atmósfera, explican la dureza climática del continente, mas frío que las regiones glaciares del Polo Norte. Las precipitaciones son escasas, 50 mm anuales en el interior y 500 mm en las costas, casi siempre en forma de nieve. La vida tanto vegetal como animal, es muy limitada. La mayor parte de las especies vegetales son talofitas (líquenes, algas y hongos) briofitas (musgos) y bacterias. Está poblada por focas, lobos, elefantes marinos, pingüinos, gaviotas, petreles y albatros. A fines del siglo XVII, marinos y comerciantes de distintas naciones europeas comenzaron aventurarse por los mares del sur, descubriendo las diversas islas antárticas en su búsqueda del legendario continente austral. Por fin en 1820, la expedición rusa dirigida por Fabián Gotthieb von Bellingshausen, avistó las tierras occidentales de la Antártida, lo que significó el descubrimiento formal del continente. A lo largo del siglo XIX se convirtió en un poderoso centro de atracción para numerosos científicos y también para los cazadores de ballenas y focas. El 16 de enero de 1909 Edgeworth David y Douglas Mawsón, descubrieron el polo sur magnético. Dos años después, dos expediciones, una británica y otra noruega, compitieron por el descubrimiento del polo sur geográfico. El 14 de diciembre de 1911 Roald Amundsen al frente de la expedición noruega alcanzó el polo con ayuda de trineos tirados por perros esquimales. Rubén F. Scott llegó 34 días después, durante el regreso todos los expedicionarios murieron congelados. Amundsen y los suyos tenían mayor experiencia en zonas polares y organizaron la expedición con singular maestría, a ello se debió su triunfo sobre los ingleses. Durante la mitad del siglo XX, esos territorios, fueron objeto de disputas entre los países que aspiraban extender su área de influencia sobre el continente. A finales de la década del 1950 se apuntó la necesidad de despolitizar el territorio antártico. El Año Geofísico Internacional celebrado entre el 1 de julio de 1957 al 31 de diciembre de 1958, dio lugar a un fuerte impulso a los estudios geográficos, climáticos y magnéticos sobre la Antártida. Doce países, entre ellos Argentina y Chile, contribuyeron a este esfuerzo científico, construyeron en total cincuenta y siete estaciones. El 1 de diciembre de 1959, después de un año de negociaciones, las doce naciones (Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Unión Soviética) firmaron un documento sin precedentes en la historia de las relaciones internacionales, en la que se declaraba la desmilitarización y utilización pacífica de los territorios comprendidos al sur del paralelo 60°, durante un período de 30 años. En 1991 la XI Reunión Consultora Especial del Tratado Antártico aprobó un protocolo que prohíbe por 50 años las exploraciones petroleras, alienta la investigación científica, protege la flora y la fauna y dispone medidas para evitar la contaminación marina. Antártida Argentina, es la denominación que se le da al territorio que se extiende entre los meridianos 74° y 25° de longitud oeste y el paralelo 60° de latitud sur, que con las islas suman 963.464 km². En 1904 Argentina estableció allí su primera estación meteorológica. El 10 de diciembre de 1965 se produjo la primera expedición argentina al Polo Sur, comandada por el coronel Jorge Edgar Leal. Fue un hecho de gran trascendencia nacional, histórica y geopolítica, porque no sólo debemos decir que el sector Antártico Argentino es nuestro, sino que hay que avalarlo con nuestro accionar y presencia, en este caso hasta la latitud 90° sur, para poder afirmar en toda su extensión nuestra soberanía.

Historias bajo cero

ABEL SANDRO MANCA


Nunca más adecuado el título de “Historias bajo cero” para referirse al continente más frío e inhóspito de la tierra. En el siglo XIX, las primeras expediciones científicas alcanzaron las costas heladas de “Antártica” (del griego anti, contra y arkie osa, por estar situada en el hemisferio contrario de la constelación de la Osa Mayor), pero en castellano en contraste con otras lenguas, se ha impuesto la denominación deformada “Antártida” debido a su similitud con la “Atlántida”. A diferencia del Polo Norte que es mar congelado, la Antártida es un verdadero continente con una superficie de unos 14.200.000 km², incluidas las barreras de hielo e islas próximas, que se encuentran situadas en torno al Polo Sur. El continente tiene forma redondeada y está rodeado por el océano glacial Antártico, antiguamente conocido como “los mares del sur”. Casi todo el territorio se halla cubierto por un enorme casquete polar de dos mil metros de espesor medio, con un volumen de treinta millones de kilómetros cúbicos, lo que constituye el noventa por ciento de los hielos terrestres. Del casquete emergen montañas y volcanes en actividad. La mayor parte de la Antártida se encuentra dominada por un clima extremadamente frío y seco, con temperaturas inferiores a 0º. La amplitud térmica anual en zonas altas del interior, oscilan entre los -70° en los meses invernales, con mínimas que se aproximan a los -90° y los -20° en verano. En las costas las temperaturas oscilan entre los -30° en invierno y los 0° en verano. La larga noche invernal, ocasionada por la inclinación del eje de la tierra y la fuerte pérdida de calor causada por la ausencia de humedad de la atmósfera, explican la dureza climática del continente, mas frío que las regiones glaciares del Polo Norte. Las precipitaciones son escasas, 50 mm anuales en el interior y 500 mm en las costas, casi siempre en forma de nieve. La vida tanto vegetal como animal, es muy limitada. La mayor parte de las especies vegetales son talofitas (líquenes, algas y hongos) briofitas (musgos) y bacterias. Está poblada por focas, lobos, elefantes marinos, pingüinos, gaviotas, petreles y albatros. A fines del siglo XVII, marinos y comerciantes de distintas naciones europeas comenzaron aventurarse por los mares del sur, descubriendo las diversas islas antárticas en su búsqueda del legendario continente austral. Por fin en 1820, la expedición rusa dirigida por Fabián Gotthieb von Bellingshausen, avistó las tierras occidentales de la Antártida, lo que significó el descubrimiento formal del continente. A lo largo del siglo XIX se convirtió en un poderoso centro de atracción para numerosos científicos y también para los cazadores de ballenas y focas. El 16 de enero de 1909 Edgeworth David y Douglas Mawsón, descubrieron el polo sur magnético. Dos años después, dos expediciones, una británica y otra noruega, compitieron por el descubrimiento del polo sur geográfico. El 14 de diciembre de 1911 Roald Amundsen al frente de la expedición noruega alcanzó el polo con ayuda de trineos tirados por perros esquimales. Rubén F. Scott llegó 34 días después, durante el regreso todos los expedicionarios murieron congelados. Amundsen y los suyos tenían mayor experiencia en zonas polares y organizaron la expedición con singular maestría, a ello se debió su triunfo sobre los ingleses. Durante la mitad del siglo XX, esos territorios, fueron objeto de disputas entre los países que aspiraban extender su área de influencia sobre el continente. A finales de la década del 1950 se apuntó la necesidad de despolitizar el territorio antártico. El Año Geofísico Internacional celebrado entre el 1 de julio de 1957 al 31 de diciembre de 1958, dio lugar a un fuerte impulso a los estudios geográficos, climáticos y magnéticos sobre la Antártida. Doce países, entre ellos Argentina y Chile, contribuyeron a este esfuerzo científico, construyeron en total cincuenta y siete estaciones. El 1 de diciembre de 1959, después de un año de negociaciones, las doce naciones (Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Unión Soviética) firmaron un documento sin precedentes en la historia de las relaciones internacionales, en la que se declaraba la desmilitarización y utilización pacífica de los territorios comprendidos al sur del paralelo 60°, durante un período de 30 años. En 1991 la XI Reunión Consultora Especial del Tratado Antártico aprobó un protocolo que prohíbe por 50 años las exploraciones petroleras, alienta la investigación científica, protege la flora y la fauna y dispone medidas para evitar la contaminación marina. Antártida Argentina, es la denominación que se le da al territorio que se extiende entre los meridianos 74° y 25° de longitud oeste y el paralelo 60° de latitud sur, que con las islas suman 963.464 km². En 1904 Argentina estableció allí su primera estación meteorológica. El 10 de diciembre de 1965 se produjo la primera expedición argentina al Polo Sur, comandada por el coronel Jorge Edgar Leal. Fue un hecho de gran trascendencia nacional, histórica y geopolítica, porque no sólo debemos decir que el sector Antártico Argentino es nuestro, sino que hay que avalarlo con nuestro accionar y presencia, en este caso hasta la latitud 90° sur, para poder afirmar en toda su extensión nuestra soberanía.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora