La chatarra, una vecina molesta y peligrosa

En el predio municipal de Parque Industrial se amontonan autos, camionetas, motos, y camiones de todas las marcas y colores. Hay nuevos y usados. Algunos ya perdieron su color con el paso del tiempo. Una calle de tierra sólo separa el cementerio de rodados de las hileras de viviendas del sector El Tanque.

Los pobladores más cercanos comentaron que convivir ahí no es sencillo. La acumulación de chatarra facilita la proliferación de insectos y roedores. Los ruidos son constantes y aseguran que con frecuencia ocurren hechos delictivos dentro del predio.

El depósito está enrejado y cuenta con seguridad, pero no deja de ser blanco de los que intentan ingresar a la fuerza y robar alguna moto y partes de automóviles.

“Siempre se han robado muchas motos. Y yo los he visto pasar frente a mi casa con una moto en el brazo”, reveló Bárbara San Martín, que vive desde hace 8 años con su esposo y tres hijos sobre el final de la calle Los Canutos. Añadió que su esposo cuando observa a alguno de los ladrones da aviso a la policía. Indicó que algunos se acercan y rompen el alambrado para llevarse algún rodado.

Sólo cinco metros separan la parte trasera de su casa con la pila de vehículos. La mujer criticó que el amontonamiento de rodados provoca la aparición de arañas, alacranes y ratas. Sostuvo que cada tanto debe fumigar su casa. “La pieza de los niños da justo al frente del depósito y siempre encontramos algún insecto”, resaltó.

Agregó que en el barrio falta un espacio verde para que puedan jugar los chicos. Dijo que les prometieron hacer una ciclovía en el sector pero todavía no ven señales de que haya algún avance de esa iniciativa.

El depósito nació hace unos años cuando en ese sector de la barda todavía no había casas. Con el paso del tiempo se fue poblando la zona y las casas fueron construyéndose hasta alcanzar el predio que alberga a miles de vehículos en desuso y abandonados. Son todos rodados que llegaron por algún procedimiento de secuestro judicial o por haber sido abandonados por sus dueños en la vía pública. También hay vehículos que participaron de algún siniestro vial y por el estado en que quedaron es imposible repararlos.

Dentro del perímetro funciona periódicamente la compactadora, que define el destino final de vehículos que ya nadie reclama o no se retiraron en un lapso prolongado.

Jonathan Navarrete habita junto a su tío en una de las viviendas del barrio. Dijo que del lugar le molesta el ruido que generan las máquinas “cuando mueven los autos y se compactan”. Contó que por el polvo que se levanta “cuando hay viento ni podemos salir a la calle porque no se puede respirar”.

Los vecinos reclaman que el depósito municipal sea trasladado a otro sitio más alejado de las viviendas familiares.

Algunos cuentan que por las noches se escuchan disparos. Creen que los produce el guardia de seguridad para intimidar a quienes intentan ingresar al predio sin autorización. El peligro de una bala perdida ronda constantemente entre los vecinos.

“Me parece que está en vano. Se llena la casa de bichos”, dijo Valeria Bustamante, una de las vecinas y pidió que se traslade “a otro lugar”.

Otro problema que mencionaron los vecinos es el arrojo indebido de basura en los alrededores e incluso dentro del predio municipal. Así, a la montaña de autos oxidados se suman las pilas de desperdicios que emanan fuertes olores y generan contaminación.

Valeria criticó también a alguno de sus vecinos. “La misma gente de acá es sucia y tira basura en el predio y afuera”, dijo.

En el sector El Tanque, las viviendas se ubican frente al ingreso principal del terreno municipal.

matías subat

En el predio quedan alojados los vehículos secuestrados por causas judiciales o porque fueron abandonados en la vía pública.

“Se juntan muchos bichos. En mi casa hemos visto arañas, alacranes y ratas. Cuando se mueven los autos se levanta mucho polvo”,

comentó Bárbara San Martín, vecina que vive frente al depósito.

“Entran a robar y se escuchan escopetazos. Es un lugar que atrae mucha delincuencia. Deberían trasladarlo a otro sitio”,

Valeria Bustamante, vecina del sector El Tanque de Parque Industrial.