La concesión del EPAS de Neuquén: cuatro años de pelea entre el MPN y Cambiemos

La concesión del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) no está en la agenda de discusiones de la comisión de Servicios Públicos del Concejo Deliberante. A dos sesiones de finalizar el año, deberá pedir pista para el tratamiento en las prioridades legislativas de 2022.

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“Primero será necesario discutir la creación del ente municipal regulador de los servicios públicos”, explicó el presidente del bloque de concejales del MPN, Atilio Sguazzini.
Según el intendente Mariano Gaido, cumplió su parte cuando envió el proyecto al Concejo al poco tiempo de asumir el sillón de la intendencia. Desde entonces nunca más se trató.

Otros proyectos que eran de interés del Ejecutivo (incluso en tiempos de plena restricción por la pandemia) tuvieron rápido tratamiento legislativo y en menos de un mes fueron sancionados por mayoría. La concesión del EPAS no tuvo la misma suerte.

Durante la gestión anterior, el gobierno de Cambiemos mantuvo un áspero y continuo encono contra la administración del MPN porque responsabilizaba al EPAS por las continuas roturas del asfalto de la ciudad, como consecuencia de las pérdidas de agua.
También por los desbordes cloacales y la contaminación del principal colector de lluvias de la ciudad, el arroyo Durán, nacido del río Limay.

A su vez, desde el EPAS, la provincia acusó al Ejecutivo del signo opositor (Cambiemos) de no firmar adrede el contrato de concesión que ya estaba “listo para la firma”.
Dos años seguidos se dijo que el contrato de concesión sólo había que firmarlo y enviarlo al Deliberante, pero nunca llegó.

Cuando se cumple ya la mitad de mandato del intendente Mariano Gaido, la concesión sigue en stand by pese a que fue uno de los primeros proyectos del oficialismo que entraron al Concejo.
Otros más complejos, como el millonario endeudamiento en dólares durante la pandemia, entraron y salieron con éxito, aunque esa operatoria nunca se puso en marcha.

“No hemos recibido ninguna observación por parte del Deliberante. El Ejecutivo ya envió el contrato de concesión y teníamos que ir a explicarlo. No supimos de modificación o planteo así es que entendemos que irá bien”, dijo en octubre pasado el presidente del EPAS, Mauro Millán.

El titular de la cartera de saneamiento esperaba que “salga prontamente, porque lo necesitamos, tanto el municipio como el EPAS, para darle una forma legal a la prestación del servicio”, agregó.

Recordó, por ejemplo, que con la finalización de la mega obra cloacal del oeste (colectora II) varios barrios saturados de cloacas se conectarán al caño principal, y ésas conexiones las debe realizar la comuna. “Los municipios hacen las redes para la conexión domiciliaria y luego solicitan la conexión. Si tenemos el sector servido, como ocurrirá ahora, lo autorizamos y supervisamos el proceso. Con esta obra, todo Neuquén tendrá capacidad de conectarse, incluidos los sectores nuevos urbanizados por privados. En ese caso, son los desarrolladores los que deben hacer la conexión”, concluyó.

El presidente del bloque oficialista en el Concejo, Atilio Sguazzini, aseguró que la concesión del EPAS es un expediente complejo y que se creará un ente regulador de servicios, que garantice el cumplimiento de los contratos. Cuando el proyecto recaló en el Deliberante, se indicó que la prioridad sería el vencimiento del contrato eléctrico y luego se abordaría el de agua y saneamiento.
“Habíamos acordado que estableceríamos las condiciones del ente regulador antes de las elecciones, pero no llegamos, no lo tratamos. Cuando hay procesos eleccionarios, los temas institucionales no entran en la agenda.
Hay una gran base de preacuerdo político, pero no contamos con el eco político necesario para que esto entre en debate, la predisposición no fue la adecuada”, sostuvo. Agregó que está pendiente el tratamiento de la auditoría externa de CALF.