La cumbre 'no es sobre Chávez', dice EE. UU. y se estanca negociación
Protagonismo del venezolano molesta a Washington.
Los Estados Unidos dejaron en claro ayer que la IV Cumbre de las Américas «no es sobre (el presidente de Venezuela,) Hugo Chávez» y prometieron que insistirán «hasta que algún día haya un Acuerdo de Libre Comercio de las Américas», tema crucial que mantiene trabadas las discusiones a horas de la apertura del encuentro.
La Casa Blanca salió a fijar postura luego de que Chávez confirmara anoche su presencia en el acto contra la visita de Bush montado en el estadio mundialista. Del mismo participarán el ídolo local Diego Maradona y el cantante cubano Silvio Rodríguez.
El presidente Kirchner, que mantendrá un inestable equilibrio entre Bush y Chávez, comenzará a recibir hoy a los 34 mandatarios que participarán del encuentro.
En tanto, anoche, las negociaciones por la declaración final seguían empantanadas por el tema ALCA.
La idea generalizada es que el documento tenga una mención a la reactivación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero los detalles trabaron el avance hacia un texto que sea del agrado de los 34 gobiernos participantes.
El proceso se complicó debido a que Argentina mantiene una firme oposición, ya que deseaba un pronuncia
miento amplio y radical en favor del libre comercio o simplemente el retiro del tema de la declaración que los presidentes firmarán el sábado.
Frente a la intransigente posición argentina, algunos delegados han propuesto abandonar la discusión del ALCA y dejar el caso a una decisión política de los mandatarios que empezarán reunirse el viernes.
El secretario de Comercio de los Estados Unidos, Carlos Gutiérrez dijo ayer que «el libre comercio ayuda a crecer a las economías y saca de la pobreza a los pueblos», al tiempo que advirtió que la administración Bush seguirá «insistiendo hasta que algún día haya un acuerdo de libre comercio de las Américas».
«Los gobiernos crean las condiciones y las reglas, preparan el campo, pero la fuerza de crecimiento de un país es el sector privado», señaló Gutiérrez en el I° Encuentro Hemisférico del Sector Privado que se realizó en un hotel de Puerto Madero.
Desde Washington se salió a aclarar que la cumbre «no es sobre Hugo Chávez sino una reunión de mandatarios del continente para reafirmar que existe una visión compartida», dijo el consejero para la Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, luego de recibir varias preguntas vinculadas con el jefe del Estado venezolano.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el consejero ratificó que el gobierno de George Bush tiene «preocupaciones de larga data sobre las políticas» de Chávez.
Cuando se le preguntó por la intención de Chávez de comprar un reactor nuclear para uso pacífico en Argentina, respondió que el mandatario «sacó el tema del reactor nuclear en varias formas y con diferentes países», aunque «hasta ahora no le fue muy bien». «La gente reconoce que sería problemático para Chávez entrar al negocio nuclear», opinó.
Chávez y George Bush serán dos de los 34 presidentes que asistirán a partir del viernes a la Cumbre de las Américas.
El funcionario norteamericano destacó que «el presidente Bush cree firmemente en el poder del comercio libre y del capital», y subrayó que «el libre comercio ayuda a crecer a las economías y saca de la pobreza a los pueblos». «Tenemos que reconocer que somos una región. Hay que usar la posibilidad de hacer un tratado de libre comercio de las Américas», indicó Gutiérrez, quien estimó que «si no se da este año, será el próximo; si no es en cinco años, será en diez o en veinte, pero algún día hay que reconocerlo, vamos a ser más fuertes todos si somos unidos».
El secretario de Comercio de Estados Unidos se preguntó «quién va a tener la valentía, la voluntad política de reconocer el futuro y actuar hoy». «Vamos a seguir insistiendo con muchísimo respeto a las ideas contrarias para que algún día tengamos un Acuerdo de Libre Comercio de las Américas», aseguró.
Más tarde, el ministro Lavagna condicionó la negociación por el ALCA a una liberación «global» del comercio para que se transforme en una herramienta equitativa que favorezca el crecimiento equitativo. (DyN/Télam)
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