La donación de óvulos: una opción terapéutica que aumenta en la región

La donación de óvulos para generar la posibilidad de que otras mujeres cumplan el sueño de ser madres es una práctica cada vez más frecuente.

En la región está en permanente crecimiento, dado los elevados índices de éxito que tiene este procedimiento, y lo bien tolerado por los pacientes.

El Dr. Juan Manuel Bonina, director de Procrearte Bariloche, confirmó que en la actualidad más del 50% de los casos de fertilización asistida de alta complejidad que realizan en ese centro de medicina reproductiva, se desa

rrolla con óvulos donados.

«Una mujer estará en condiciones de ser receptora de óvulos si es que tuvo una falla ovárica (menopausia precoz), operaciones de extirpación de quistes de ovarios que reducen el volumen ovárico y por lo tanto la cantidad de óvulos, enfermedades oncológicas de ovarios en las que es necesario extirparlos, irradiarlos o usar quimioterapia. En todos estos casos es posible la realización con éxito de un procedimiento de fertilización asistida», explicó el Dr. Bonina.

Otra de las causas actuales es lo tardío en la búsqueda del primer hijo. Es decir, la mujer actual comienza a buscar el embarazo a edades cada vez más avanzadas, muchas veces luego de los 40 años, con la consecuente disminución de su capacidad fértil.

Según confirmó Bonina, se trata de un tratamiento bien tolerado y altamente eficaz, que se convierte en una opción (a veces la única) para que una mujer busque un hijo con maternidad propia, aunque no sea con sus propios genes, y sí los de su pareja.

«Una mujer que dona sus óvulos tiene hijos y en forma anónima, desinteresada, voluntaria, solidaria y altruista, puede darle a otra mujer la posibilidad de ser madre biológica», explica el profesional.

Los óvulos que se le aspiran a la donante, se fertilizan con los espermatozoides de la pareja de la mujer receptora y luego de ser incubados por lo menos tres días, se le transfiere a dicha paciente (receptora).

Las donantes son sometidas a una completa evaluación genética que incluye la historia clínica de herencia y antecedentes familiares y enfermedades congénitas.

Se descartan, a través de estudios, las patologías más comunes ya sean cardiovasculares, neurológicas, metabólicas, infecciosas y oncológicas. Se busca que sea de un grupo sanguíneo compatible con la receptora y de características físicas similares.

Los óvulos son extraídos y la mujer vuelve a su hogar, mientras sus óvulos se incuban y conservan para ser fertilizados.

No existe ningún contacto entre receptores y donantes.

 

El anonimato

Pero detrás de la estimulación ovárica de la donante o de la preparación del útero de la receptora, hay mujeres y hombres que viven a través de esta historia la posibilidad de cumplir un sueño.

«Yo quería que mis óvulos se utilicen para ayudar a dar vida y a solucionar la esterilidad de otras parejas, que sufren con este problema. Ojalá que con mis óvulos haya podido ayudar a varias mujeres», manifestó una de las tantas donantes, casada y con dos hijos.

La identidad de la donante se mantiene en el anonimato y ella tampoco se entera si sus óvulos fueron finalmente fecundados.

«Si pudiera, lo volvería a hacer de todo corazón, en forma desinteresada y solidaria», agregó esta mujer a la que nunca se le había ocurrido que de esta manera podía ayudar a otras familias. «Tuve una vida normal, y a mis hijos sin ningún problema, pero cuando me propusieron donar mis óvulos enseguida dije que sí».

Más información en www.procreartebariloche.com.ar


La donación de óvulos para generar la posibilidad de que otras mujeres cumplan el sueño de ser madres es una práctica cada vez más frecuente.

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