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La empresa pública Invap desarrolló con dos privadas un helicóptero-dron

Sirve para trasladar órganos para trasplante, y para el sector agropecuario y petrolero, entre otras aplicaciones.

La empresa rionegrina pública Invap junto dos compañías privadas desarrolló en un año un helicóptero-dron, un innovador sistema de transporte sin tripulante que se llama RUAS 160. Ya está siendo empleado para monitorear las cuestiones de seguridad en la provincia de Santa Fe, y hay negociaciones en marcha para producir más helicópteros-drones para el monitoreo de cultivos, la industria petrolera, y para dar apoyo en la lucha contra incendios y la búsqueda y rescate de personas en tierra o en el mar.

El helicóptero-dron también había sido reconocido en diciembre con la Medalla de Oro, mención en Diseño Industrial y Mención en Buenas Prácticas Agrícolas en el rubro Robótica Aplicada a la Agroindustria, en la 7ma edición del Premio Ternium Expoagro.

Para desarrollarlo, Invap se asoció con las empresas CICARE SA y Marinelli Technology SA en diciembre de 2019. “Se desarrolló en poco tiempo, pero las tres empresas ya teníamos cada una recorrido en distintas partes del sistema”, contó a RIO NEGRO el ingeniero Mariano Palermo, jefe de proyecto del RUAS-160 por INVAP.

Seguridad. El helicóptero-dron se estrenó cumpliendo tareas de seguridad para el Gobierno de Santa Fe. El vehículo también sirve para aplicar plaguicidas, monitoreo de incendios, entre otros usos.

El helicóptero-dron cuenta con un sistema de despegue y aterrizaje automático que garantiza la independencia en el ámbito terrestre o embarcado. Tiene una plataforma giroestabilizada con sensores, que consiste en un dispositivo con cámaras de video para ver de noche y de día. Amortigua vibraciones, equilibra el movimiento de la aeronave y apunta y sigue en forma automática otros vehículos enfocados con las cámaras. Incluye un dispositivo láser que es capaz de crear un modelo digital en 3 dimensiones del terreno, para realizar mediciones precisas y de los objetos que detecta. También tiene un radar en banda X, que le permite hacer imágenes por medios no ópticos. De esta manera, toma imágenes aunque esté nublado o haya oscuridad.

En Santa Fe, ya se usa para colaborar con las tareas de seguridad policial. Pero el helicóptero-dron puede tener diversas aplicaciones. Se puede usar en el sector agropecuarios para pulverizar herbicidas, insecticidas, o fungicidas. “Por su hiperselectividad, el helicóptero permite administrar lo mínimo indispensable. Sólo se pulveriza donde se necesita y sin esparcirlo en exceso. Esto minimiza el impacto y abarata costos”, comentó.

También tiene aplicaciones en otros sectores. “El Helicóptero y los equipos que forman el sistema RUAS ayudan a detectar, reconocer e identificar, mediante cámaras de video, sensores atmosféricos, equipos láser, y equipos de comunicaciones, cualquier anomalía, daños, defectos, gestión de brigadas para el manejo del fuego, personas y objetos materiales en emergencia”.

Agregó que “las imágenes y datos capturados desde el aire sobre un escenario de difícil acceso para otros sistemas tripulados son transmitidas sin demora. Las imágenes les sirven a los especialistas y personas que toman las decisiones para intervenir y reducir el impacto y/o realizar correcciones, rescates, entre otras actividades”, puntualizó el ingeniero al comentar los usos posibles de la innovación.

Con respecto al futuro, el ingeniero Palermo señaló que “la provincia de Santa Fe es el primer usuario en temas de seguridad, de acuerdo a los convenios que estamos firmando. Estamos muy contentos con este avance. Además hay comunicaciones adicionales con otras provincias que han mostrado gran interés, así como con otros usuarios, que incluye

instituciones públicas y privadas”. Resaltó: “Es un sistema muy interesante y versátil, además de eficiente en costos para operar, de modo que despierta mucha atención”.

Antecedente

La empresa Invap había estado trabajando en otro proyecto que le sirvió de experiencia. Según informó la agencia de noticias TSS, de la Universidad Nacional de San Martín, el proyecto llamado SARA apuntaba al desarrollo de un vehículo no tripulado de ala fija como un avión común, mientras que el RUAS va tras el dominio de los de alas rotativas de los helicópteros. Este tipo de vehículo posibilitó una enorme versatilidad operativa para el despegue y aterrizaje vertical, el vuelo estacionario y omnidireccional. La contrapartida de tanta versatilidad es la complejidad que conllevan estas aeronaves, sean tripuladas o no.

La empresa Marinelli Technology –oriunda de Venado Tuerto, Santa Fe– aportó al RUAS las especificaciones técnicas y el módulo de aplicaciones para el agro, así como su experiencia en la operación de este tipo de artefactos voladores. Nicolás Marinelli, quien también es piloto de drones, la asociación en un proyecto de la envergadura del RUAS está directamente vinculada con la evolución del sector. “En el agro, la robotización viene muy fuerte”, le dijo Marinelli a TSS en comunicación telefónica. “[El RUAS] es una muy buena herramienta para la automatización de buena parte de la pulverización aérea y nosotros también queremos ser muy sustentables e hiperselectivos. Ir al lugar adonde está la maleza, por ejemplo, hacer la aplicación correspondiente y regresar, sin necesidad de aplicar en todo el lote. Y si hay que aplicar en todo el lugar, tenemos la ventaja de poder hacer trazabilidad con el detalle del trabajo que realizó el helicóptero”, sostuvo. “El RUAS se puede comunicar con la estación meteorológica, entonces se hace bajo las condiciones correctas. Si cambian, aeronave puede volver.


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