La fiesta de egresados de Catriel terminó en caos

CATRIEL (ACA).- La fiesta de egresados de todos los colegios secundarios de Catriel terminó de la peor manera.

Más de 30 menores demorados y un joven hospitalizado, que luego denunció penalmente por apremios a un bombero, dejó como lamentable saldo el evento de despedida a los alumnos.

La cena – baile había sido organizada el viernes por la noche en el polideportivo municipal, por una comisión conformada por alumnos de cuarto año de los colegios secundarios, a modo de despedida a los egresados, pero terminó como nadie quería.

A poco andar -ya en la madrugada del sábado- se produjeron los primeros problemas cuando uno de los egresados sacó una filmadora para grabar a sus compañeros.

«Un bombero con su ropa e identificación de tal me advirtió que no se podía filmar. Poco después un hijo del responsable del sonido me amenazó porque en mi mesa los abucheaban cuando se les interrumpió el sonido. Me dijo 'quedate calladito o te bajo los dientes'. Pero el problema era la filmadora. Porque el dueño del sonido, Miguel Suárez, les había dicho a los chicos que organizaban que si permitían filmar, él levantaba el sonido y se iba», contó en presencia de su padres el menor presuntamente agredido a este diario.

Por su parte, Miguel Suárez desmintió la versión ante la consulta de este medio. «Yo le dije delante de las chicas organizadoras que yo no tenía problemas, que filmara todo si quería. Sobre el tema del pibe mío, no fue él quien lo agredió. Por el contrario, vino el hermano mayor de este chico y lo agarró del cuello a mi hijo», indicó.

Según Carlos Krapp, quien radicara la denuncia penal, un bombero voluntario agredió a su hijo golpeándolo e intentando quitarle la cámara filmadora, lo que produjo un gran alboroto de jóvenes y padres, quienes sacaron afuera del salón al servidor público.

Este hombre, ante el reclamo generalizado, explicó que cumplía tareas de seguridad, y por orden de los organizadores estaba prohibido grabar, habida cuenta que la exclusividad era para el propietario del sonido, quien e proveedor oficial del municipio.

A esa altura los ánimos estaban caldeados, por lo que Krapp, padre del joven agredido, optó por retirarse con su familia del lugar y radicar la denuncia penal contra el bombero en la comisaría Novena de Catriel.

Sin embargo, los problemas continuaron más tarde, a punto tal que un joven recibió heridas cuando otro le rompió una botella de cerveza en la cabeza. La víctima debió ser atendido en el hospital local, y la policía demoró a unos 30 chicos.

Por su parte, el responsable interino del cuerpo de bomberos, sargento Juan Hernández, dijo a «Río Negro» que el único agredido fue el voluntario, quien prestaba servicio de prevención. «Estaba autorizado a trabajar ahí para prevenir cualquier situación que pudiera ocasionar un incendio. Tenía que controlar que no anduvieran fumando cerca del telón. Lo había contratado la gente de las escuelas. El le llamó la atención al muchacho éste (el menor que denunció ser víctima de agresión). Lo que pasa es que el padre del chico fue bombero antes y fue un fracaso. Parece que quedaron rencores y atacaron al pobre pibe (por el bombero) lo arañaron, lo golpearon, le dijeron que ellos tenían plata y que podían hacer lo que quisieran. Ayer (por el sábado) quisimos hacer la denuncia nosotros, porque tenemos el informe médico de las lesiones que sufrió este voluntario, pero no nos la quisieron recibir. Si hoy (por ayer) pasa lo mismo nos vamos a Roca», expresó Hernández.