La historia de la obra ganadora del festival de teatro de Neuquén

Una mujer cuenta la historia de otra mujer. Entre ellas hay algo mucho más fuerte que una relación entre la mujer narrada y la actriz narradora. Hay algo muy fuerte entre ellas que el espectador tendrá siempre delante de sus ojos y oídos y que nunca será mencionado. Pero aquí, sí. Aviso importante: esta nota contiene spoiler.
“Una flor, una mujer, una voz”, la obra en cuestión fue elegida, el fin de semana pasado, por el jurado del Festival Provincial de Teatro de Neuquén para ser parte del próximo festival nacional, con sede y fecha aún por confirmar.
El jurado integrado por Edgardo Javier Vivas, actor, director, docente y miembro del Jurado Nacional de Calificaciones de Proyectos del INT;el actor Juan Pablo Ríos; y la actriz, directora y dramaturga Maite Aranzábal eligió como obras suplentes “Ya Entendí”, del Grupo Crash Teatro (Neuquén) y “Sueña que duerme en el Fondo del Mar” (San Martín de los Andes).

Además, otorgó las siguientes menciones: al elenco de la localidad de Picún Leufú, integrado por adolescentes, por crear un espacio de inclusión social a través del teatro. La obra que presentaron fue “La Navidad llegó a casa”.
También la Mención a la Actuación, que recayó en Mariana Corral (Grupo Crash Teatro) y Mención al Dispositivo Escénico de la obra a “Sueña que duerme en el fondo del mar”.
Pero volvamos a “Una flor, una mujer, una voz”, la obra ganadora. “No es una obra tradicional”, advierte Judith del Pino, autora, directora y actriz de la obra. Ylo explica: “Es una puesta en escena que combina música en vivo, imágenes audiovisuales que se proyectan durante la obra, imágenes de escenarios naturales… todo eso se combina con la actuación sobre el escenario”.

Allí, comparte espacio con Lara Muñoz, quien interpreta la música y, de algún modo, con Andrés Bar Sarda, el responsable del impecable trabajo audiovisual. Bar Sarda iba a ser una colaboración en nla producción de la obra, pero resultó mucho más. Su trabajo tiene un protagonismo escénico insoslayable. Las imágenes muestran a Elena San Martín, la protagonista de la historia contada en la obra.
Elena San Martín es una mujer chilena llegada a la región empujada por la dictadura de Pinochet. Forma parte de un proceso migratoria generado en los 70 y que dio una impronta a la región. “Nuestros barrios más populares están habitados por chilenos”, sostiene Judith Del Pino.

La obra se estructura a través del relato de Elena, en primera persona, a través de audios e imágenes y escenarios reales proyectados sobre telas, no pantallas, lo que produce un juego visual interesante. Es ella, Elena, recordando su historia no de manera cronológica y nosotras interactuando con esos recuerdos”.
La música es la otra pata de esta obra, sostenida de manera precisa y emotiva por Lara Muñoz, quien en un principio iba a ser simplemente la música en escena, pero que resultó ser la compañera de Judith en la interpretación.
¿A quién interpreta Judith Del Pino? “Aveces soy Elena, a veces soy la hermana de Elena, a veces soy la hija”, dice la actriz. Y es entonces cuando todo cobra sentido: Elena es la madre de Judith, “pero nunca quisimos que eso fuera importante en la obra porque le quitaría protagonismo. Sería Judith hablando de su madre y no Elena en su propia voz”.
“Ami me interesa que, cuando se hable de la obra, se hable de ella y no de ella en relación a que es mi madre. Trabajé mucho como actriz para que esto no sea lo importante”, revela.
“A ella le encanta contar historia y me crié escuchándola contarlas”, resume Judith. Ahora, ella es la que cuenta su historia.