La independencia, en su ADN

reflexión

La fortaleza del diario es también la fortaleza que le imprime el universo de sus lectores. El ansia de progreso y de perfeccionamiento de “Río Negro” se encuentra íntimamente relacionado con los propios deseos de crecimiento de la comunidad que, a su vez, lo ha transformado en un objeto necesario e irremplazable. 100 años en un diario hablan tanto del valor del diario como entidad, como de la sociedad que lo ha recibido durante todo ese tiempo. Con sus matices, un diario tiene el “deber ser” de convertirse en un espejo de la sociedad. Un reflejo en ocasiones depurado y en otras brutal pero siempre honesto. Siempre amparado en la búsqueda tan esquiva de la verdad. Su función no es otra que sumar una lectura más, una mirada más a la realidad inmediata “Río Negro” ha sido y es pensando como un diario nacional. Como un matutino capaz de cubrir todas las necesidades de un lector inquieto y cosmopolita. Desde ese lugar se fundamentan esfuerzos que uno no encontraría en un diario tradicional de provincia. Aspiraciones de intelectualidad y estilo que hallan correlato en la calidad de sus columnistas, en el tratamiento puntilloso de muchas de sus notas, de sus coberturas y de sus investigaciones. “Río Negro” ha ido por más porque la institución que sostiene al diario cree fervientemente que el lector se merece el mejor producto posible. La sola geografía que el “Río Negro” debe cubrir cada día implica un desafío periodístico en si mismo. Para llevar esta empresa de cobertura y distribución el diario ha aprendido a entender los procesos internos de las comunidades que la componen. Desde la más pequeña de ellas hasta las ciudades muy pobladas como Neuquén, Bariloche, Roca o Cipolletti. Ese entendimiento requiere una mente abierta y una especial sensibilidad por los detalles. Este diario es un verdadero especialista en historias de vida, que parecen mínimas, pero que luego se convierten en noticias y finalmente en grandes temas de reflexión a nivel nacional e internacional. Porque justamente en el dato de entre casa, aquel que surge en el barrio, en el rumor de las calles de una comunidad es donde se gestan los circuitos noticiosos. Para ser capaz de contar las necesidades y urgencias primeras de la gente, hay que estar entre la gente. Hay que vivir de cerca sus alternativas. Y esa es una aspiración constante de “Río Negro”. Existe un correlato entre ser capaz de contar la realidad con todos recursos necesarios –opiniones, infografías, fotografías, video de alta definición, perfiles– y no tener miedo a retratar esa realidad más allá de quien detente el poder. La independencia de criterio es parte del ADN de este diario.


Exit mobile version