La nueva normalidad urbana y la ciudad de Neuquén

Marina Esteves*


Una ciudad sana es la “ciudad de 15 minutos”, allí es posible movilizarse en bicicleta o a pie a los “centros” para trabajar, atender la salud, abastecerse o efectuar trámites.


“Las ciudades son el abismo de la especie humana”, afirmaba Jean-Jacques Rousseau. Si extrapolamos los dichos del polímata suizo al 2020, en el contexto de pandemia causada por el coronavirus, podemos observar que según los datos de Hábitat de la Organización de las Naciones Unidas el 95% de los infectados contrajo el virus en áreas urbanas, y si nos trasladamos a nuestra provincia, 60% de los casos se registraron en Neuquén Capital.

Lo concreto del caso es que las enfermedades y el diseño de las ciudades siempre estuvieron íntimamente relacionados, y esta vez no será la excepción.

En épocas de la Revolución Industrial -como consecuencia del temor a la tuberculosis- nacieron las primeras leyes urbanísticas en Europa, el tamaño de las viviendas aumentó y se priorizó la ventilación y luz natural. El principal objetivo era espacios más higiénicos y paredes blancas, que evitaran la concentración del polvo.

La explicación era muy sencilla: los índices de un deceso cada siete personas aumentaban dramáticamente en las metrópolis a un deceso cada tres habitantes.

En síntesis, las epidemias no distinguen las clases sociales, afectan a todos quienes vivimos en una ciudad, aunque, claro, no de la misma manera.

¿Cuáles serán las huellas que el temido coronavirus dejará en las ciudades? Sin dudas, el distanciamiento social formará parte de la “nueva normalidad”, nuestras ciudades se moldearán priorizando prácticas como el distanciamiento físico y la conectividad. La primera e inmediata consecuencia son las demarcaciones en los espacios públicos, indicando las distancias seguras, o -según el caso- la colocación de mamparas. Otra medida de fácil implementación es el ensanchamiento de veredas o la peatonalización de diversas áreas, priorizando el transporte pasivo.

El planeamiento urbano lleva mucho tiempo de estudio, adaptación y ejecución, pero sin dudas la pandemia acelera esos procesos.


Otro gran desafío es garantizar el acceso a servicios públicos como agua potable y cloacas, que permiten mantener la higiene que nos garantiza la buena salud; así como el acceso a internet.


Durante la gestión de Pechi Quiroga se le dio enorme trascendencia a la movilidad urbana, no solo tenía jerarquía de Secretaría, sino que también se proyectó y elaboró el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (Pimus), diagramando Metrobús, carriles exclusivos, red de bicisendas y ciclovías, guarderías de bicicletas y sistema #SiBici, de acceso gratuito.

El gobierno actual no solo tiene la posibilidad, sino tiene la obligación de continuar con esas políticas públicas, que toman una enorme trascendencia en el marco de la pandemia.

Sin embargo, el desafío no termina ahí. Una ciudad sana es la que se resume en el concepto de la “ciudad de 15 minutos”, en la cual es posible movilizarse en bicicleta o a pie a los “centros” para trabajar, atender las demandas de salud, abastecerse o efectuar trámites -aunque siempre se prefiere la digitalización de los servicios-, siendo el proceso de descentralización o desconcentración clave para lograr este cometido.

Las ciudades policéntricas son las ciudades del futuro. #QuedateEnCasa podría transformarse en #QuedateEnTuBarrio, limitando así los desplazamientos. Se debe fomentar e implementar los mercados itinerantes, con programas “De la chacra a tu casa” fortaleciendo la producción local y evitando los grandes centros de consumo, e incluso ofreciendo la mercadería a través de plataformas web.

Otro gran desafío en el ámbito urbano es el garantizar el acceso a servicios públicos, principalmente al agua potable y cloacas, que permiten mantener la higiene que nos garantiza la buena salud; así como el acceso a servicios esenciales, como lo es internet, que equipara a los vecinos en igualdad de oportunidades laborales y educativas.

La innovación, la movilidad sustentable, la conectividad y la descentralización serán las claves para que Neuquén continúe siendo la ciudad del progreso y el porvenir.

* Exsubsecretaria de Innovación de la Municipalidad de Neuquén


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