La obra del padre Rondini, más presente que nunca en Regina
Las instituciones que ayudó a fundar siguen su obra en la ciudad. Falleció el 17 de agosto del 2001, tras 40 años de trabajo y contención.
VILLA REGINA (AVR).- Desde que nació, la Organización de Escuelas Parroquiales no ha parado de crecer, tanto en lo estructural como en la contención que brinda a los sectores más necesitados de la comunidad. Cuando el 17 de agosto de 2001, falleció el Padre César Rondini, fundador de esta organización, muchos temieron por su obra. Al cumplirse cinco años de su partida, su obra sigue viva, gracias a su incesante tarea que cosechó un importante número de colaboradores. Precisamente el padre César Rondini, desde su llegada a Villa Regina, volcó todos sus esfuerzos en brindar educación a los sectores más necesitados, quienes siempre respondieron con los brazos abiertos a cada una de las iniciativas de este cura salesiano.
Siempre tuvo muy presente las enseñanzas de Don Bosco, y su idea fue crear en esta región elegida por el fundador de la orden salesiana, hacer un espejo del trabajo que llevó adelante el sacerdote en Italia. Su primera obra fue la escuela Don Bosco, que se levantó en lo que entonces era conocido como el barrio Buenos Aires Chico -hoy Don Bosco-, que no era más que un montón de ranchos establecidos en cercanías de un basural. Fue allí donde «el cura colorado» -como le decían-, dio los primeros pasos de lo que es ahora la Organización de Escuelas Parroquiales, que nuclea a casi dos mil chicos en sus escuelas, talleres y hogares. Estos últimos nacieron casi improvisadamente, pero sin duda alguna es una de las acciones más importantes que se están llevando a cabo.
A lo largo de sus 40 años de trabajo pastoral y social en esta ciudad, Rondini creó las escuelas primarias Don Bosco, Antártida y Niño Jesús, los jardines de infantes El Castillito y Pimpollito, los hogares Niño Jesús y San José, el Centro de Atención al Niño, la Casa de Nazareth, el Taller de Formación Laboral y Cooperativa Mamá Margarita, y había iniciado las obras para el Centro Administrativo de la Organización de Escuelas Parroquiales.
Los hogares que fundó permitieron dar cobijo a miles de chicos que fueron captados por el padre Rondini, porque habían sido abandonados o sus padres no contaban con los recursos para mantenerlos. Esto dio sus frutos, y hoy Villa Regina es una cuidad donde prácticamente no existen «chicos de las calles», sin hogar, porque todos tienen un lugar.
Toda la obra creció a lo largo de 40 años, desde el momento en el que el Padre César Rondini inició su tarea recorriendo los barrios, conociendo las necesidades de los vecinos, y buscando los mecanismos para darles respuestas a cada uno de ellos, desde ofrecer lo esencial para los chicos, educación y cobijo para aquellos que lo necesitaran, formación laboral para los más grandes, y ayuda a las familias que lo necesitaran.
Y aunque el fallecimiento del sacerdote salesiano el 17 de agosto de 2001, generó cierto temor por la continuidad de su tarea, hoy está más que claro que la incesante labor que llevó adelante, tiene un respaldo más que importante en quienes lo acompañaron a lo largo de su vida en esta ciudad.
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