La química hecha rock
La banda roquense festeja hoy a la medianoche un aniversario especial, mientras se prepara para ser telonera en la presentación de Los Piojos y La Vela Puerca en el “Esquel Rock”.
ROCA.- Siempre es saludable saber que una banda de rock and roll continúa en el ruedo. Saber que se mantiene inalterable, vital, sin baños de pureza que puedan remover la esencia. Despreocupado, dejándose alcanzar por otras tendencias, pero no demasiado. Sólo lo necesario.
«Somos permeables a todo tipo de influencias, pero lo que nos mantiene vivos es la química del rock'n roll», dice Cacho Lobello, guitarrista y figura primordial de Remolcador, banda que hoy, a partir de la medianoche, festejará sus 10 años en el hall de Casa de la Cultura de Roca.
Mantenerse por una década en la arena musical obedece a factores íntimos; muchos de ellos rara vez quedan al descubierto. Sin embargo Lobello se encarga de develar el secreto: «Nuestra vigencia, la magia para seguir componiendo y compartiendo momentos se lo debemos a la amistad, más allá de la música. Nuestros códigos de compañerismo se mantuvieron inalterables y nos ayudaron a permanecer. Esa es nuestra fórmula».
Y como buenos compañeros, no se olvidan de aquellos que pasaron por la banda. Rody Borra, bajista de la banda, tira un par de nombres: «Julio Garrido (que empuñó
por mucho tiempo las cuatro cuerdas de Blusser's, recordado combo de Allen) o Dieguito de la Vega (hoy baterista de Cabernet Sauvignon, entre otros) pasaron por el grupo y dejaron su sello». Ambos forman parte de una larga lista de invitados que estarán hoy.
El sentido de pertenencia, lo grafica el Loco Pereyra, sentado en la batería desde la misma génesis de la banda, y desde antes también. «Primero formamos Tren de Carga, después le siguió Fandango. Luego vinieron cambios de formación y nació Remolcador. Por distintas circunstancias me fui de la banda, volví, después me fui otra vez, volví y ahora estoy viendo cuando me vuelvo a ir…», agrega el Loco, entre carcajadas generales.
El ensayo ya terminó, la sesión de fotos también. Sin embargo el que parece querer seguir es Falucho Antinao, voz y armónica, quién rasga una guitarra. El carisma del Negro es la carta de presentación cuando la banda salta al escenario y comienza la ceremonia. «Es un momento de festejo. Nos gusta tocar, divertirnos, y por suerte lo podemos hacer a través de una banda. Tocar con mis amigos de toda la vida es un sueño cumplido», asegura Falucho, feliz además porque la cofradía trascenderá las fronteras y jugará en las grandes ligas: el mes que viene, Remolcador será una de las bandas que le darán forma al festival «Esquel Rock», con Los Piojos y la Vela Puerca como números principales. «Ser invitados nos halaga y nos hace sentir que somos reconocidos», se enorgullece Cacho.
El quinto elemento es Diego Bascur (tecladista), último integrante en sumarse al grupo. «Estuve cerca de un año con Fandango. Después me alejé por bastante tiempo, y el año pasado acepte una invitación de Cacho para empezar a grabar el segundo disco (aún en gestación)».
«Uno de los desafíos de la banda es hacer que la gente baile, que se levante de la silla.», afirma Rody.
«Esa es nuestra meta. Si lo logramos nos vamos conformes. Valió la pena».
Una apuesta de la que Remolcador generalmente sale ganando. Esta noche, seguramente no será la excepción.
WALTER RODRIGUEZ
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